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La polémica por el sobreprecio de los combustibles respecto a la importación

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Combustibles: Leonardo Carreño.

El precio de los combustibles en debate

Director de la Ursea por la oposición responde a los cuestionamientos de Ancap a la metodología del organismo regulador para calcular cuánto saldrían los combustibles a los uruguayos si se importaran libremente.

Entre enero y agosto, los uruguayos pagaron un sobreprecio en los combustibles equivalente a US$ 191,8 millones. Esa es la diferencia entre el precio abonado en el surtidor versus el precio que se hubiera pagado si existiera libre importación de combustibles, según datos analizados por El País a partir de la metodología de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía (Ursea) y publicados ayer. En enero-agosto de 2017 el sobreprecio había sido de US$ 331,1 millones, por lo que el mismo bajó 42,1% en igual período de este año.

Pero Ancap cuestiona algunos aspectos de la metodología de la Ursea y entiende que si se revisaran darían una diferencia mucho menor, señalaron ejecutivos de la petrolera en junio en ocasión del segundo taller del ciclo informativo para periodistas que organiza el ente.

Entre ellos está que Ursea imputa un IVA menor que el que es y no toma en cuenta los gastos de administración y ventas que tendría el eventual importador. El otro planteo que hizo el coordinador de la Gerencia General de Ancap, Nicolás Spinelli fue que "uno debería cuestionarse si otro agente puede capturar toda esa eficiencia" que plantea la Ursea en el comparativo.

Tras la publicación de los datos y los argumentos de Ancap, el director de la Ursea en representación del Partido Nacional, Fernando Menéndez hizo puntualizaciones.

Respecto a las objeciones que plantea Ancap sobre el cálculo del IVA, Menéndez dijo a El País que surge de aplicar la tasa del impuesto al precio de paridad de importación que no es el mismo que maneja Ancap (y por tanto ese IVA es menor).

Ancap planteó con números que la brecha del precio de surtidor vs. el de importar no se explica por la planta de La Teja. Foto: Fernando Ponzetto.
Foto: Fernando Ponzetto.

Sobre los gastos de administración y ventas que tendría el eventual importador —y que según Ancap, la Ursea no toma en cuenta— Menéndez dijo que eso ya fue contestado en su momento. Cuando la nueva metodología de precios de paridad de importación se puso en consulta pública, "Ancap tuvo la oportunidad de hacer sus preguntas y formular observaciones" y ese punto en particular "fue contestado y se encuentra publicado en la página de la propia Ursea", afirmó.

La respuesta de la unidad reguladora a ese planteo de Ancap es que "se reconoce que el margen de comercialización es parte del negocio, ya que ningún agente realizaría una actividad sino genera lucro. Sin embargo, de la manera que se construye el precio de paridad de importación, dicho margen está incorporado en el propio valor FOB (de importación) que reconoce la metodología. En gran medida el negocio del importador (trader) es comprar a buen precio. El precio de paridad de importación toma el precio promedio de un mercado de referencia elegido, entre otros aspectos, por su liquidez e información. Muy probablemente un importador eficiente compraría a mejor precio, inclusive en otros mercados".

"Como prueba de que ello es así, la propia Ancap durante 2017 cuando tuvo que importar gasoil (por la parada técnica de su refinería) lo consiguió a un precio menor que el que estaba calculado en el precio de paridad de importación vigente", agregó el director de la Ursea.

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