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La preocupación que comparten Mujica, Sartori y Domenech por “competencia desleal"

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Foto: Archivo El País

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El expresidente y los dos senadores del oficialismo comparten la preocupación por denuncias de “competencia desleal” que hicieron trabajadores de la industria química

El expresidente de la República y senador frenteamplista José Mujica, la candidata a intendente de Montevideo y senadora frenteamplista Carolina Cosse, el ex precandidato presidencial y senador del Partido Nacional Juan Sartori y el senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech compartieron una preocupación: la situación de competencia desleal y falta de políticas de compras públicas que enfrenta la industria química uruguaya.

Una delegación del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) concurrió a la comisión de Industria del Senado para plantear la situación del sector.

El representante del STIQ, Sebastián Azpiroz dijo que el sector que tiene “siete subsectores (artículos varios, caucho, látex, pintura, veterinaria, perfumería y química) que tienen realidades muy dispares”, desde 2014 ha sufrido “varios cierres de fábricas muy importantes” como “Colgate Palmolive del sector perfumería, Sherwin Williams, del sector pinturería” o “distintas reestructuras como Oxiteno y Montelur”. Eso ocasionó que “en los últimos años perdimos 400 puestos (de trabajo) directos y más de 1.500 indirectos”, agregó.

“Con la importación de productos críticos, tenemos una realidad como pasó con la empresa Isusa que perdió una licitación de sulfato de alúmina en manos de una empresa que busca nichos de mercado como es Habilis, que importó un sulfato de Turquía fuera de especificaciones. Para que lo sepan el sulfato de alúmina se usa en el primer proceso de potabilización del agua”, cuestionó Axpiroz al señalar que “la empresa mencionada antes solicitó un cambio: que se flexibilizaran las medidas de acidez libre para poder ingresar el sulfato de alúmina al Uruguay”.

“Este tipo de casos de competencias desleales y asimetrías vienen pasando más seguido de lo que quisiéramos. Por ejemplo, en la importación de fertilizantes hay empresas que dicen importar un determinado fertilizante, con determinada categoría y calidad que realmente no tiene, y compiten con las empresas de producción nacional -Isusa es una de ellas-, que tienen laboratorio propio y si dicen que el fertilizante es Super 40, es un Super 40”, explicó el dirigente del STIQ.

“Queremos competir porque creemos que la competencia es buena para todos y para mejorar, pero en este sentido no estamos de acuerdo” ya que son “empresas volátiles, que ni siquiera tienen un galpón; tienen un teléfono y dicen: ‘Si precisas cinco millones de urea, te los traigo y te los llevo a tu lugar de origen’. Y chau, no sabemos lo que es”, apuntó el representante del sindicato Julio Arrizala.

En tanto, el también representante sindical Pablo Fuentes planteó que “entendemos que en el mercado uruguayo al igual que en los países que no son líderes mundiales, hay tratados de libre comercio” y “no queremos un Estado proteccionista porque sabemos que hay reglas claras que, justamente, nos impiden establecer cargas arancelarias y proteccionismo; no somos una isla, tenemos que negociar y exportar”, pero “nos preocupan los puestos de trabajo. No pretendemos que OSE nos compre solo a nosotros, sino que se dé una discusión justa de cuál es el mejor insumo y qué es lo mejor para el país. Si el ahorro de OSE implica que el país se ahorre algunos millones de pesos, entendemos que igual los terminaría pagando el país en seguros de desempleo”.

De Mujica a Sartori.

El expresidente Mujica señaló que “de lo que informaron” los trabajadores “parece desprenderse que hay una debilidad de parte del Estado en el control de la calidad y los componentes de algunas cosas” como los fertilizantes, por lo que “me pueden vender gato por liebre”.

Agregó que “a veces vienen camiones cargados de urea, del puerto, y van directamente a la chacra. Eso no pasa en ningún lado”.

También planteó que “habría que llamar (al Parlamento) a OSE por este asunto” de la potabilización del agua, “porque nosotros no podemos decidir, pero sí podemos escarbar”.

Por su parte, Domenech compartió “plenamente la preocupación” que explicaron los trabajadores y dijo que “la defensa del trabajo nacional, como ustedes bien dicen, es una defensa de la soberanía”. El legislador de Cabildo Abierto puntualizó que “el libre comercio no existe, no existió y probablemente no exista nunca” ya que “tenemos compromisos internacionales que hemos contraído con mucha ingenuidad. Siempre digo que nos reímos de los indios a los que los españoles les vendían espejitos de colores, pero nosotros muchas veces hemos comprado espejitos de colores”.

“Tengo la esperanza de que este gobierno reaccione frente a esta tendencia inercial que hemos venido sufriendo desde hace 30 ó 40 años, y se defienda el trabajo nacional”, afirmó Domenech.

Cosse apuntó que en algunos sectores hay “protección negativa, pues importar el producto terminado tiene arancel más bajo que importar las partes, lo que desestimula la fabricación nacional” y coincidió con Domenech que “son iniciativas que tienen que venir del Poder Ejecutivo”.

En tanto, Sartori también compartió “la preocupación porque si no hacemos algo, las empresas van a cerrar y los trabajadores van a quedar por el camino”. El legislador blanco concluyó que “las empresas públicas tienen más cintura para poder tener impactos concretos, caso a caso y para ayudar a algunas industrias nacionales”.

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