Los ensayos previos a la inauguraciónfuerion exitosos y ahora se aguarda a la apertura oficial el próximo 26 de junio.

Calor húmedo, lluvia tropical de a ratos, los hombres que han trabajado durante mucho tiempo y ahora con su cascos de construcción caídos están esperando con ansiedad.

Ese es el clima que rodea a la llegada del primer barco para entrar en las nuevas esclusas del Canal de Panamá, en los ensayos previos antes de la apertura oficial el 26 de junio.

A finales de este mes llegará jefes de estado y de gobierno, convocados por el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, pero ahora es el momento del orgullo muy italiano, porque conocimientos y mano de obra de Italia han participado en la construcción de la obra de ingeniería más grande del mundo.

Un gran orgullo "Made in Italy" debido a que la empresa clave en el funcionamiento del proyecto es Impregilo, que hace casi tres años reemplazó a la española Sacyr (ambos con 48% en el consorcio) y abrió los trabajos para concluir la obra de ensanche.

La disputa judicial con la Autoridad del Canal de Panamá por cerca de dos mil millones de dólares continuará durante años al frente en la Cámara de Arbitraje de Miami, pero mientras tanto, el nuevo canal se ha completado, entregado y, ahora, este mismo viernes, probado con éxito.

"De italianos hay mucho en este trabajo, que debe durar al menos otros 100 años como se establece por contrato", dijo a ANSA Michele Iglesia, director del proyecto de la obra de construcción de las exclusas sobre el Atlántico, compuertas de miles de toneladas que se han producido completamente en Italia (de Cimolai y luego transportados por mar y montadas, ndr.) y también hay software de control "made in Italy", producido por Selex.

A continuación, se espera el manejo político para afrontar la cuestión de los enormes sobre-costos, debido también a la investigación defectuosa geológica del solicitante, dicen los expertos italianos.
Por ahora, un "pre-arbitraje ha reconocido a la empresa 230 de los 460 millones requeridos después de que la Autoridad del Canal se había negado a otros 90. Ocurre en grandes proyectos de construcción, pero aquí tuvo que terminarse el trabajo, porque la revolución que con lleva en el comercio mundial no puede esperar.

Las naves que podrán pasar ahora tendrá una capacidad de casi cuatro veces más que las que estaban en posibilidad de pasar por la vía entre el océano Pacífico y el Atlántico en base a la obra original.
La mayoría ira especialmente hacia puertos de Estados Unidos. Buques muchos más grandes que ahora, con la ampliación, pueden acortar sus viajes y atravesar el Canal de Panamá.

La obra fue observada con gran interés desde China, que incluso planteó la intención de construir otro canal en Nicaragua, pero ahora es posible que se conforme con la expansión del tradicional paso.
Hay una situación que no es coincidencia aunque lo parezca: el día de la inauguración un grupo chino fue beneficiado por el sorteo. Ese día de fiesta sus buques atravesarán el canal, al fin y al cabo uno de los mejores clientes será el primero.

LOGÍSTICAANSA