DISERTACIÓN

En los países emergentes, el “principal problema” de los sistemas previsionales está vinculado a las características estructurales de este tipo de economías que no permiten pagar las pensiones deseables, “tengan estos un mayor componente de reparto o capitalización individual”.

Así lo afirmó el académico chileno especializado en sistemas de pensión, Fernando López, en diálogo con el portal de la Universidad Católica (UCU) y tras haber disertado en dicha institución en el marco de la Semana Internacional que organizó la Facultad de Ciencias Empresariales de este centro educativo.

El experto opinó sobre cuáles son los principales desafíos que hoy presentan los sistemas previsionales en países como Uruguay y Chile y dijo que más allá de la estructura de la economía, un segundo desafío refiere a las “percepciones ciudadanas respecto a los sistemas de jubilaciones y pensiones”.

En su opinión, en Uruguay hay un “conflicto latente” puesto que los beneficios que se pagan hoy a los jubilados hacen que para el Estado sea una tarea cada vez más difícil de cumplir. Para abordar ese problema, López admitió que no hay “soluciones fáciles” ya que aumentar la edad jubilatoria es “tremendamente impopular”, así como también lo es reducir los beneficios.

Asimismo, manifestó que el caso chileno tampoco está exento de retos en esta materia y explicó que en este país -que tiene capitalización individual- dada la estructura de dicho mercado, “la gente cotiza por poco tiempo, por montos bajos y lo que se logra ahorrar y rentabilizar no permite que las personas tengan las pensiones que les gustaría”.

Esto implica, según López, que más allá de que el sistema previsional uruguayo y chileno sean “bastante distintos”, haya tensiones en las dos economías emergentes.

“Cómo manejar las jubilaciones y cómo implementar ajustes en el cinturón es un desafío tremendo” y es “el terreno en el cual estamos navegando hoy”, indicó el especialista en diálogo con la UCU.

Los factores de los que dependen las pensiones, según López, son: cuánto ahorra la persona, la rentabilidad de los ahorros, la capacidad que tiene el Estado de realizar aportes y la cantidad de tiempo que se tiene que financiar.

“Si quieres mejorar las pensiones tiene que mejorar el ahorro, reducir la informalidad, mejorar la rentabilidad y crecer”, concluyó el académico.