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Puerto de Buenos Aires: visión compleja de futuro

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TGM.  Esta terminal granelera ya está operando en Montevideo a doce metros de profundidad.

MARÍTIMAS

Su principal dificultad será lograr más profundidad.

No se llama Garcia ni Perez, sino que lleva un nombre de raiz nórdica, un estudioso que viene del norte, del frio, donde en sus universidades se enseña ciencia y tecnología aplicable, probada, por la que que hay que pagar o ganarse una beca y rendir exámenes calificados, así que la tendencia es dar por sentado como verdad absoluta cuanto dice y nosotros no somos la excepción.

Todos confiamos en la fortaleza y sabiduría de sus conocimientos, todos estamos dispuestos a creerle y tomar nota de sus consejos. Se llama Olaf Merck. Lo vamos a tener en cuenta en adelante porque dice cosas muy inteligentes sobre el puerto de Buenos Aires, en una nota de su autoría que publica la Revista Naval en su número de Diciembre de 2018. Dice cosas para nosotros doblemente valiosas y racionales; primero, por las propias conclusiones de su análisis absolutamente lógico y en segundo lugar, por la coincidencia de conceptos con el empresario Guillermo Jacob, presidente del Grupo Christophersen en una nota, sobre el puerto de Buenos Aires que publicamos el pasado 17 de diciembre. No es para nosotros, pero deberíamos aprovechar sus conclusiones y consejos, y cuando decimos nosotros nos referimos al Puerto de Montevideo.

Vamos por un par de conceptos de la nota que lleva por título “El Puerto de Contenedores de Buenos Aires en la era de los Mega Buques”, ... “la propuesta de AGP prevé la profundización de los canales de acceso al Río de la Plata a 11 metros el cual no podría superarse por razones geologicas.” - “ya hoy los buques de hasta 10 mil teus solo pueden entrar en Buenos Aires si están cargados al 25% de su capacidad y los buques con una capacidad superior deberán cargarse a menos del 25%.” Después hay un subtítulo en la nota que dice “Las navieras podrían eliminar a Buenos Aires de algunos intinerarios”. Estas cosas son verdades que no ponen contento a nadie y tampoco a nosotros. A través de los años, hemos sido permanentemente sensibles al tema de los barcos y al transporte marítimo convencidos que ha sido desde los tiempos remotos un factor de intercambio cultural y comercial entre los pueblos y los continentes, pero debe apoyarse en los puertos. Junto con la Logística, los puertos son herramientas al servicio de la carga que es la “reina” de las cosas, así que los vemos como los valiosos auxiliares y apoyo para que todo consumidor pague un justo precio por el bien adquirido y un plus razonable por su transporte. No debe quedar en los puertos el precio de la ineficiencia. Asi que recomendamos la lectura de esta nota de Olaf Merk, director de la ITF dentro de la OCDE. Por último, una línea de nuestra parte, que pretende ser neutral: el puerto de Montevideo puede ir a los 13 y si fuera necesario a los 14 metros de profundidad y eso nos va a poner en ventaja evidentemente. La pregunta es siempre la misma, ¿esta Montevideo preparado para eventualidades mayores?

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