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Radiografía de la economía uruguaya que hace el FMI

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El FMI presentó en la víspera un documento sobre las Américas. Foto: EFE

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ubica a Uruguay entre los países de América Latina y el Caribe que tendrán una "desaceleración moderada" de su economías, con una inflación alta que debe atacar, una trayectoria de consolidación fiscal adecuada (que deberá cumplir) y que debe tener "cuidado" con los excesos de movimientos del dólar por la exposición de parte del crédito a la moneda extranjera.

Esas consideraciones fueron incluidas en el informe Perspectivas Económicas las Américas: Ajustando bajo presión, y mencionadas en la conferencia de prensa que encabezó ayer en Lima el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.

Para la región el organismo ve que "desde el punto de vista de la política económica, la flexibilidad cambiaria sigue siendo la primera línea de defensa y debería facilitar el ajuste externo. El espacio fiscal continúa siendo limitado en la mayoría de los países, reduciendo el margen para implementar políticas contracíclicas. (…) Desde una perspectiva a más largo plazo, la desaceleración en curso subraya la importancia de aplicar reformas estructurales para aliviar las graves restricciones del lado de la oferta y estimular el crecimiento a largo plazo, incluidas aquellas reformas dirigidas a impulsar la productividad, subsanar las deficiencias de infraestructura y promover la diversificación de la economía".

El Fondo señaló que "los precios persistentemente débiles de las materias primas cambiaron las perspectivas de las economías financieramente integradas de la región (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay). Se espera que las condiciones financieras se endurezcan, y las monedas podrían seguir debilitándose. En este contexto, las autoridades deben continuar permitiendo la flexibilidad cambiaria, que apunte a facilitar el ajuste externo, sin dejar de prestar atención a las metas de inflación".

En ese marco, proyecta "una desaceleración abrupta de la actividad económica de América Latina y el Caribe en 2015, que implica una leve contracción del PIB real (-0,25%), seguida por un repunte moderado en 2016".

Para el FMI Uruguay está entre las economías con una "desaceleración moderada" (que crecerán entre 2% y 2,5% este año y el próximo).

"Se espera que los efectos de derrame negativos de la debilidad de la actividad económica en Argentina y Brasil afecten al crecimiento de Uruguay, que de acuerdo con las proyecciones será del 2,5% en 2015: aproximadamente 1 punto porcentual más bajo que en 2014, desacelerándose a un 2,25% en 2016", expresó en el informe.

"A pesar de la desaceleración de la actividad económica registrada hasta el momento, la inflación se mantiene de manera persistente por encima de la banda meta del Banco Central (BCU)", advirtió.

De hecho, el FMI proyecta una inflación de 9% este año y de 7,9% el próximo, cuando la meta del BCU es que se ubique entre 3% y 7%.

Por eso, a juicio del organismo, "se necesita una estrategia integral para que la inflación vuelva al punto medio del rango meta (es decir al 5%). Esa estrategia incluiría una orientación de política monetaria más apretada, el avance hacia una política fiscal más restrictiva y la reducción del grado de indexación salarial retrospectiva" (esto es el correctivo de aumento salarial cuando se verifica que la inflación fue superior a la prevista).

Añadió que "si bien la flexibilidad cambiaria sigue siendo una variable de ajuste clave, sería útil fortalecer las ponderaciones de riesgo de los préstamos en moneda extranjera para prestatarios sin cobertura, e incorporar un escenario con mayor tensión cambiaria en las pruebas de stress de supervisión" bancaria.

En ese sentido, un aspecto a tener "cuidado" es la exposición al dólar de parte del crédito (ver aparte).

Adecuación fiscal.

Respecto al marco fiscal, Werner dijo que "Colombia, México y Uruguay tienen marcos fiscales claros y leyes de responsabilidad fiscal bastante buenas. Lo que ha pasado, es que en estos países hemos visto en los últimos años un deterioro de sus balances primarios, un incremento de la deuda pública en relación al Producto Interno Bruto (PIB) por las políticas contracíclicas llevadas a cabo después de la crisis".

"En ese sentido, en un entorno financiero menos laxo del que hemos visto con anterioridad, con el cuestionamiento al crecimiento de mediano plazo en mercados emergentes, se debe actuar de acuerdo a las trayectorias de consolidación fiscal que se han anunciado en los tres países", en el caso de "Uruguay, en el marco de su plan de cinco años", añadió.

El proyecto de ley de Presupuesto en discusión en el Parlamento, prevé una gradual corrección para llevar el déficit fiscal desde el 3,6% del PIB actual a 2,5% del PIB para fin de 2019. Esto ha sido cuestionado por varios economistas que lo ven insuficiente.

Sin embargo, el FMI no lo ve así y remarcó que lo importante es cumplir con ese anuncio. "Creemos que es importante que se cumplan estrictamente los planes que los gobiernos han anunciado" porque "el espacio fiscal es menos amplio que el que tienen otros países como Chile y Perú", dijo el director del Departamento del Hemisferio Occidental.

¿Uruguay puede permitir cualquier suba del dólar?

En el informe de las Américas, el FMI señaló que el "exceso de volatilidad del tipo de cambio podría plantear riesgos adicionales para los países con exposiciones considerables a créditos en moneda extranjera (por ejemplo, Perú y Uruguay)".

Para el organismo, si bien "la flexibilidad cambiaria" sirve para que las economías se ajusten al nuevo escenario externo, también "implica cierto riesgo, en especial en los casos en los que la exposición a deuda denominada en moneda extranjera, en un contexto de incremento del apalancamiento, es significativa. Si bien por ahora hay pocos indicios de grandes descalces de los balances corporativos en los países de las economías financieramente integradas, las autoridades de las economías más dolarizadas (Perú y Uruguay) deben prestar especial atención al exceso de volatilidad del tipo de cambio".

"Si es necesario, la intervención en los mercados cambiarios debe ser transitoria y debe limitarse a suavizar las fluctuaciones a corto plazo de los tipos de cambio, con el objetivo de evitar un exceso de volatilidad, posiblemente a través de una operación esterilizada y basada en reglas", agregó. Werner explicó que esto es como los matrimonios, una vez establecidas las reglas hay que mantenerlas en el largo plazo, "no se puede estar cambiando todas las semanas".

En el año, el Banco Central (BCU) intervino fuerte en el mercado cambiario con la venta de unos US$ 1.800 millones de reservas (en diferentes operaciones) para moderar la suba del dólar. Además de contener la inflación, otro objetivo, mencionado por su presidente Mario Bergara, es el de preservar la estabilidad económica. "¿Qué percepción tiene doña María cuando le dicen que la solución de los problemas es que el dólar dé un salto brusco y la inflación se salga de control? Seguramente doña María dirá Si esta es la solución, lo que serán los problemas", había dicho Bergara.

SABER MÁS

Venezuela, el peor alumno de la región, debe corregir.

En el informe Las Américas, el FMI afirmó que "las políticas insostenibles aplicadas en Venezuela (con pésimas consecuencias sociales) deben corregirse con urgencia". El director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner dijo en la conferencia que "pronosticar qué puede pasar en Venezuela en 2016, es realmente complejo" cuando fue consultado por las elecciones en ese país. El Fondo prevé que la economía venezolana caiga 10% en 2015 y que la inflación sea de 190%.

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Destacó marco fiscal, puso la mira en la inflación y el cuidado del créditoFABIÁN TISCORNIA

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