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Reforma jubilatoria: los 12 puntos del PIB sobre los que hay que decidir

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Enrique Iglesias en evento del Cinve. Foto: Francisco Flores

PROPUESTAS

Un estudio del Observatorio de Seguridad Social de Cinve y distintos especialistas ahondaron en los posibles caminos para reformar el sistema previsional.

"Capaz discrepamos con alguno, pero todos los que hablan saben”, dijo ayer una autoridad que asistió a la presentación de un documento del Observatorio de Seguridad Social del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve). Varios expertos comentaron el trabajo, que analiza el presente del sistema previsional y los desafíos que vendrán por la transición demográfica y el cambio tecnológico en el mundo del trabajo.

El coordinador del estudio, Gonzalo Zunino, señaló la relevancia del tema jubilatorio porque “se juegan” 12 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), entre las pasividades que paga el Banco de Previsión Social (BPS) y las cajas paraestatales.

A su vez, el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, expresó que “en Uruguay la seguridad social forma parte de la identidad nacional” y eso debe verse al analizar una reforma.

Parece haber consenso político de que el próximo gobierno deberá encarar el tema, pero no hay unanimidad respecto al camino a seguir y el alcance de la reforma. Hay candidatos que plantean adoptar un sistema de cuentas nocionales, idea que ayer apoyaron Álvaro Forteza -investigador del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales- y Gabriel Oddone -economista y socio de CPA Ferrere-.

Tampoco hubo unanimidad entre los participantes acerca de la urgencia del tema. Oddone sostuvo que “el tiempo para pensar la reforma es de aquí a un año o un año y medio”, porque “en la primera parte del gobierno que viene” se debe “trazar una trayectoria creíble de la evolución del gasto en seguridad social, si no vamos a tener dificultades de credibilidad”.

Mientras que el vicepresidente del BPS, Gabriel Lagomarsino, indicó que “las proyecciones dan una situación de estabilidad financiera en BPS hasta 2045”. Entonces “cuando se instale el diálogo (para la reforma) no es necesario que en tres meses haya una propuesta” sino que los cambios “pueden tener gradualismo”. Sobre esto último, que no se afecte a los trabajadores próximos a la jubilación, coincidieron todos.

Causal. El mayor número de personas en seguro es por despido. Foto :Francisco Flores.
Banco de Previsión Social. Foto :Francisco Flores.

Sobre la edad de retiro -variable que podría ajustarse, aunque los candidatos han dicho que no sería lo principal de una reforma-, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, advirtió que en los países desarrollados que se subió “la edad legal” de jubilación “bajó la edad real” del pase a retiro. En ese sentido, comentó que si bien en Uruguay se exigen 30 años de aporte y 60 de edad para jubilarse, el promedio lo hace a los 63 años y con 38 años de contribución.

Críticas a las AFAP del vicepresidente del BPS y del ministro Murro

Tanto el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, como el vicepresidente del BPS, Gabriel Lagomarsino, volvieron a mostrarse críticos del régimen de AFAP. “En Uruguay hay gente que gana $ 8 millones por mes y solo aporta a la AFAP hasta $ 180.000 a las AFAP”, señaló Murro y pidió revisar “los topes de aportes”.

Agregó que las afiliaciones por el artículo 8 -que permite dividir aportes entre AFAP y BPS a quienes cobran por debajo de la primera franja- “cuestan y se cargan al déficit del BPS” por lo que deberían ser “transparentadas”. También Lagomarsino cuestionó esto último -sostuvo que “penaliza al BPS”-, y además señaló que los cambios en el cálculo para las jubilaciones por AFAP vigentes desde 2018 “plantean inestabilidad” porque “personas con igual capital (acumulado) obtienen menos” dependiendo el momento del paso a retiro.

Por otra parte, Murro manifestó que los buenos resultados de cobertura y suficiencia del sistema actual, se debe en parte “al crecimiento económico pero también a decisiones políticas”, como los incrementos extra de las pasividades mínimas. En ese sentido, recordó que la oposición no apoyó los cambios en la Caja Militar ni en el Senado votó los “artículos fundamentales” de la reforma de la Caja Notarial.

El diagnostico de Cinve y las propuestas de reforma.

El trabajo del Observatorio de Seguridad Social de Cinve analiza que en Uruguay hay “altos niveles de cobertura” de las jubilaciones y una “razonable suficiencia de las prestaciones”, lo que lleva a que sea “mínima” la población mayor de 65 años en la pobreza. Zunino dijo que es “un desafío financiero” mantener estos “buenos resultados” sin afectar la sustentabilidad del sistema.

Es que el estudio menciona que “las contribuciones del Estado para el financiamiento han crecido moderadamente en los últimos años y se proyecta que continúen creciendo”.

Pensando a futuro, Cinve señala que el envejecimiento poblacional es “el principal factor que amenaza la sustentabilidad financiera” de los sistemas previsionales en el mundo. “Habrá menos para distribuir independientemente” del esquema previsional elegido, manifestó Zunino. Ante esto, agregó que lograr una mayor productividad de la población activa es clave.

El otro punto de tensión son “los efectos del cambio tecnológico en el mercado laboral”, un proceso “caracterizado por el avance de modalidades más flexibles de empleo” y la supresión de tareas rutinarias. La respuesta desde la seguridad social debe pasar por cambios legales que hagan posible incorporar al sistema previsional a esas nuevas formas de trabajo y así “evitar la potencial caída en el número de contribuyentes”.

Jubilados en Uruguay. Foto: Fernando Ponzetto
Cinve: envejecimiento poblacional es “el principal factor que amenaza la sustentabilidad financiera”. Foto: Fernando Ponzetto.

Viendo estos diagnósticos, hacia una reforma Cinve plantea que “la tasa de remplazo (porcentaje del sueldo base que cubre la jubilación) es un parámetro clave sobre el que deberían estructurarse las propuestas de adecuación del sistema”

Pero añade que “la necesidad de actuar sobre la edad mínima de retiro o sobre el número de años de aporte requeridos para acceder a una jubilación podría volverse necesario aun contando con tasas de reemplazo actuarialmente neutras”. Esto último quiere decir que alguien recibe de jubilación el monto que aportó más algún factor de revalorización como el aumento de la productividad.

Además, no se cree “posible ni razonable plantear reformas que apunten a la convergencia de los distintos regímenes hacia una estructura única”, es decir eliminar las cajas paraestatales, porque “constituyen una estructura consolidada, cuya desarticulación implicaría significativos costos de transición”.

Igualmente, se pide revisar “las heterogeneidades en el tratamiento” a quienes “pueden optar entre distintos subsistemas, por ejemplo, en términos de contribuciones, de las condiciones para el retiro, e incluso del cómputo del salario básico jubilatorio”. Tampoco se entiende conveniente la adopción de una mayor “flexibilidad de acceso a prestaciones”, esto es bajar los requisitos jubilatorios.

Finalmente, Zunino defendió la indexación de la jubilación a los salarios, porque “genera un calce entre ingresos y egresos de las pasividades”, y se provocaría “un descalce financiero” si se atan a la inflación.

Oddone: el sistema previsional tiene un diseño “típicamente uruguayo”
Gabriel Oddone, economista y socio de CPA. Foto: Marcelo Bonjour

Según el economista Gabriel Oddone, el esquema previsional existente “es un sistema típicamente uruguayo”, porque no es “un diseño (institucional) pensado” previamente sino que surge “de procesos continuos y fragmentados” que terminan en una organización “heterogénea”. Sostuvo que hay “problemas de coordinación, de incentivos y de gobernanza”, al tiempo que apuntó que las cajas paraestatales generan “inequidad” porque “todas pagan jubilaciones por encima del promedio”.

Agregó que en la reforma no se debiera tocar el régimen mixto y tendría que irse hacia “una equidad actuarial”. También señaló que se podría modificar la tasa de reemplazo, pero “en los sectores de ingresos altos, no en los bajos”. A nivel institucional, planteó “separar roles”: que alguien diseñe las políticas, otro las lleve adelante y haya un regulador independiente.

Rofman del Banco Mundial: “Hay que mirar el gasto y no el déficit”
Rafael Rofman, líder de Programas para Sectores Sociales del Banco Mundial. Foto: Archivo El País

“El problema de sostenibilidad (financiera) de la seguridad social es central. Pero lo más importante es mirar el gasto y no el déficit o superávit” del prestador, porque esto último “depende de la recaudación y de la tasa de contribución”, manifestó Rafael Rofman, líder de Programas para Sectores Sociales del Banco Mundial en Uruguay, Paraguay y Argentina.

Además, se refirió a las cajas paraestatales y mencionó que “son sistemas expuestas a la volatilidad” por sus características, y que “no pueden protegerse” de hechos externos como el cierre de un banco que disminuya los aportantes. También comentó que el envejecimiento de la población y los impactos de la tecnología “son cosas inevitables que se vienen”, que a futuro pueden “romper” el sistema por lo que hay que actuar.

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