El presidente ejecutivo de Volkswagen, Martin Winterkorn, renunció ayer, cediendo a la presión para introducir cambios en la automotriz alemana, que está en el ojo de la tormenta tras admitir que engañó a los reguladores estadounidenses sobre cuánto contaminan sus autos diésel.

"Volkswagen necesita un nuevo comienzo, también en términos de personal. Estoy allanando el camino para ese nuevo comienzo con mi renuncia", afirmó Winterkorn tras una reunión maratónica del comité ejecutivo de la junta de VW. La mayor automotriz del mundo por ventas admitió a los reguladores estadounidenses que programó sus autos para detectar cuándo estaban siendo sometidos a pruebas para alterar la marcha de sus motores diésel y esconder así las verdaderas emisiones.

Volkswagen no nombró a un sucesor, pero dijo que las propuestas para los nombramientos directivos se harán mañana, cuando se reúna la junta al completo.

El jefe de Porsche, Matthias Mueller, el de Audi, Rupert Stadler, y el de la marca VW, Herbert Diess, son considerados como los mejor situados para sustituir a Winterkorn, indicaron tres personas familiarizadas con la situación. 

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