No vamos a decir que es una mala noticia porque en materia de negocios no hay proyectos perdidos o perimidos sino postergados para mejor oportunidad generalmente reactivados por la acción de la recapitalización.

El hecho es que la empresa dragadora Dredging Internactional, se retiró de las actividades de dragado de la construcción de suelo, donde se asentará el muelle para la Terminal Regasificadora en Puntas de Sayago, debido a que no se suscribió el esperado contrato con GNLS.

Sospechamos que debe existir alguna cláusula inhibitoria que prohiba a Dredging ser contratada para lo mismo por otra empresa, después de todo son las clásicas claudicaciones que suelen firmar las empresas cuando suscriben acuerdos.

En consecuencia, la enorme draga de su propiedad “Reynaert” que durante los últimos 10 días de julio estuvo trabajando en dicha área por algunas jornadas, al no suscribirse contrato con la empresa GNLS dio por terminado los negocios y ya despachó dicha draga danesa para posicionarla en un área marítima de Brasil para cumplir nuevos contratos. Se recuerda que en el área submarino donde algún día se levantará el muelle que alojará las dos naves -nave gasera y nave regasificadora, una a cada lado- fue obra construida en parte por esta draga y el hincado de los pilotes en el lecho marítimo realizado por la OAS brasileña donde aún están instalados unos 80 pilares de unos 45 metros de largo de los cientos y cientos que sostendrán el muelle.

Dicho sea de paso, se afirma que algunos de esos pilares que asoman sobre el agua presentan fallas. Otro hecho a recordar es que la draga dinamarquesa “Reynaert”, estuvo trabajando varios meses en la construcción del Muelle C, así que es una draga que ha tenido en aguas uruguayas, una intensa actividad además de haber sido una buena fuente de labores para muchos trabajadores uruguayos a través de reiteradas reparaciones navales.

Por lo demás somos optimistas sobre el tema de la regasificadora porque hoy día es un objetivo con visión internacional, es un tema de valor a nivel planetario, porque el consumo de gas natural implica menos contaminación ambiental para generar energía; menos sulfuro y carbono y menos monóxido de carbono.

Pero más allá de ser una cuestión de gravedad, tratándose de la protección del medio ambiente, el consumo de gas natural licuado es un tema en definitiva de interés para la región y para quien quiera verlo un asunto valioso para el Puerto de Montevideo, porque representa una excelente oportunidad como fuente de recursos económicos a través de servicios de bunker para los barcos.

Al igual de lo que está ocurriendo en Europa, donde están surgiendo más y más puestos de suministros de GNL en respuesta a una mayor demanda del producto, pensamos que en el Río de la Plata hay una oportunidad para este servicio considerando que cada día más naves están siendo equipadas con motores a GNL y también a petróleo. Va a ser un servicio que sin duda se extenderá en los extremos de los itinerarios, por ejemplo en el Río de la Plata.

El barco carga GNL en el norte de Europa lo suficiente para llegar al Río de la Plata y aquí tomará lo necesario para su viaje de retorno. Son las reglamentaciones internacionales marítimas las que están exigiendo cada día con rigurosidad menos contaminación. Y los primeros barcos en disponer de estos motores son los cruceros de turismo por el volumen de su hotelería.

Montevideo detenta una posición geográfica privilegia para suministrar este tipo de servicios. Por el momento solo sería necesario un pequeño buque gasero que levante el gas de nuestra terminal y en la rada lo entregue al barco necesitado, tal como está, licuado.

Es energía limpia, que en el futuro va a ser un recurso en constante consumo y necesidad para sustituir los petróleos contaminantes. La regasificadora uruguaya puede ser un proyecto menos ambicioso y corregido del actual.

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