La presidenta de Brasil negó que a corto plazo se haga un subasta de lasreservas descubiertas en aguas muy profundas del océano Atlántico.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, descartó hoy la realización a corto plazo de subastas en el presal, como se conocen las gigantescas reservas descubiertas en aguas muy profundas del océano Atlántico, por la caída del precio del crudo.

"Nadie realiza una subasta de un bloque de exploración con el barril por debajo de los 30 dólares, a no ser que se lo quieras dar a alguien", resaltó Rousseff durante una desayuno con periodistas en Brasilia.

Rousseff resaltó el interés por parte del Ejecutivo de subastar las concesiones para explorar petróleo y gas en el presal, aunque descartó que ello pueda producirse en el "actual escenario", con el precio del petróleo en mínimos en varios años.

El barril del crudo Brent descendió hoy en el mercado de Londres por debajo de los 30 dólares por primera vez desde marzo de 2004, debido a la inquietud de los inversores sobre la economía china y el exceso de la oferta.

El Gobierno brasileño, sin embargo, estudia la concesión de pozos menores, como los de tierra, que, a juicio de Rousseff, "son áreas menos rentables".

Para la presidenta, la caída del precio del petróleo y "el fin del ciclo de las materias primas" no solo ha afectado a Brasil, y especialmente a su estatal Petrobras, sino también a todos los mercados internacionales.

"No descartamos realizar una evaluación (sobre Petrobras) si el escenario continúa, pero ningún Gobierno lo descarta. Todo el mundo va a mirar lo que pasa", agregó.

A pesar del escenario adverso, Rousseff subrayó que Petrobras, la mayor empresa de Brasil, "tiene fuerza para mantenerse", debido a su capacidad para producir a costes bajos y a "adaptarse" a las circunstancias.

"Petrobras ha reducido las inversiones, no porque quiera, sino porque sin eso no sobrevive", señaló.

La compañía, envuelta en un gigantesco escándalo de corrupción, anunció recientemente una reducción del 24,6 % de las inversiones que tenía previstas hasta 2019 y la consecuente disminución de la meta de producción que se había impuesto para los próximos años.

RESERVAS DE CRUDOEFE