MARÍTIMAS

La imagen muestra la dramática vista que ofrecía el pesquero coreano “Sur este 709”, hundido en el antepuerto norte a donde fue llevado a remolque para extinguir la situación de fuego estallada a bordo.

El pesquero estaba operando en el muelle 6 del puerto cuando repentinamente surgió el foco ígneo el que fue combatido por bomberos portuarios arrojando toneladas de agua sobre el barco.

Aún así el fuego se recobró, lo que obligó a las autoridades, tras ardua lucha, sacarlo de allí y alejarlo del propio puerto y centro de actividades manteniendo los chorros de agua sobre el mismo hasta que se logró abatir el fuego.

Es claro, se le arrojó tanta agua matafuego que se hundió y como está en una zona donde no hay profundidad el barco se tumbó sobre una de sus bandas y está ahora bien apoyado sobre el barro.

Así que ahora hay dos problemas de pendiente solución, no tan peligrosos como el fuego pero si acuciantes: está en una zona muy próxima donde giran o dan vuelta los barcos portacontenedores que operan en la Terminal Cuenca del Plata. Quienes como nosotros conocemos el diagrama del puerto no pueden dejar de sorprenderse al observar en la foto, la posición del pesquero coreano tan cerca de un conocida área circular estructurada hace como 10 años cuyo diámetro si mal no recordamos medía 450 metros.

Era una vez y pico la eslora de los containeros para poder girar en el antepuerto sin problema alguno. Ojo, no somos expertos, simplemente nos preocupa su proximidad a dicha zona de navegación que además es mantenida en profundidad y extensión por la ANP. Aclaremos, el pesquero está a escasa distancia del muelle de escala, al norte del dique de cintura, donde se puede observar una zona de fondeo con gran cantidad de buques total o parcialmente hundidos que constituyen un peligro para la operación del puerto.

La foto que editamos muestra al pesquero muy cerca del propio Muelle de Escalas tan cerca que vemos hasta las grúas portainer (gantry crane) de la Terminal TCP.

El segundo problema que trajo este pesquero es que hay que reflotarlo y sacarlo de allí. Para ello, hay que contratar una empresa que pueda hacerlo y hay que hacerlo cuanto antes.

Por el momento y mientras no se haga nada, es un tema que pasa a manos de los Prácticos de Puerto y rogar a Dios que no empeoren las condiciones climáticas a tal punto que empujen ese casco a la zona de mayor profundidad y ya entonces imposibilite toda operación en el antepuerto frente a la Terminal TCP.

Es, sin duda, un problema inesperado, pero seamos optimistas, hay espíritu de responsabilidad.