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Similitudes entre las últimas etapas de gran crecimiento

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Graña, Polgar, Bergara, Frugoni y Masoller en Acde. Foto: Ariel Colmegna.

Del modelo de sustitución de importaciones a la apuesta exportadora.

De cumplirse el pronóstico del gobierno y los analistas de que Uruguay culminará 2016 con un leve aumento de su Producto Bruto Interno (PIB) —0,5% es la proyección oficial—, se completarán 14 años de crecimiento ininterrumpido (2003-2016), el mayor período desde que se llevan registros.

Así lo destacó el gobierno la semana pasada en su exposición en el Foro Económico de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Marketing (ACDE). Andrés Masoller, jefe de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), atribuyó estos números principalmente al desarrollo que logró Uruguay en línea con un desacople de los vecinos Argentina y Brasil, que en tiempos anteriores arrastraron al país a diversas crisis.

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Esta etapa de crecimiento tiene como antecedente los años de la postguerra (1944-1951) cuando se alcanzó un incremento del PIB por ocho años consecutivos, aunque en magnitud la expansión de la actividad fue incluso mayor (ver grafica) al período actual. Otra época de expansión de los registros fueron los primeros años de la dictadura (1973-1981), aunque con cifras menores y acompañado de una destrucción de los indicadores sociales.

Consultados por El País, varios analistas evaluaron los rasgos similares y las diferencias entre ambos procesos económicos. Pese a los innegables cambios en el contexto internacional y la realidad nacional, ubicaron al predominante rol del Estado en el impulso industrial como el aspecto clave que caracterizó a las dos etapas de expansión, aunque con apuestas distintas que a la larga terminaron repercutiendo en los resultados.

En la postguerra, los gobiernos colorados de la época (de Alfredo Baldomir, Juan José de Amezaga, Tomás Berreta y Luís Batlle Berres) promovieron un modelo de industrialización a través de la sustitución de importaciones. El doctor en Historia Económica, Gabriel Oddone, detalló que la economía "era cerrada con altos niveles de protección arancelaria y un vuelco hacia el mercado interno", desestimulando las exportaciones y con un tipo de cambio múltiple. También había una situación fiscal deficitaria que desde 1948 se contrarrestó con una fuerte emisión monetaria, que sentó las basas de la alta inflación que sufriría el país en los años futuros.

"Se trata de un período de auge distinto, pero para no caer en anacronismo hay que mirar que el pensamiento económico dominante en esos tiempos era ese", con la mayoría de los países de la región apostando a la sustitución de importaciones como estrategia de desarrollo.

El profesor de la cátedra de Historia Económica del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, Henry Willebald, analizó que "es posible identificar instrumentos y esfuerzos de política industrial en ambos (períodos)" aunque las diferencias radican en los enfoques de éstas y su calidad. "La política pública de la posguerra decididamente estuvo volcada a lograr una transformación estructural de la economía, mientras que la del último ciclo expansivo fue, sectorialmente, más transversal y con una definida vocación de inserción externa", añadió.

Willebald dijo que la política industrial de los años cuarenta y cincuenta "ha sido habitualmente denostada", ubicándola como la principal responsable del estancamiento económico de la década siguiente. Esa visión le parece "inexacta" porque el problema pasó por la calidad de la intervención estatal, que fue "incapaz de crear las capacidades suficientes de competencia de la economía", como sí ocurrió en otros países que apostaron al mismo modelo.

Para el economista Aldo Lema, en ambos períodos se aprovecharon condiciones externas favorables, pero los gobiernos frenteamplistas "consolidaron ciertas políticas públicas" que sostuvieron la expansión, mientras que en la posguerra hubo "políticas que incubaron desequilibrios y comprometieron el crecimiento potencial". Esto llevó a que desde 1953 en adelante "el viento se volvió en contra, los desequilibrios se acrecentaron y el modelo de sustitución de importaciones se agotó". Expresó que "en algún sentido, las causas y consecuencias de aquel ciclo en Uruguay" son comparables con lo ocurrido en Argentina en la última década.

En una línea similar, el docente de Historia Económica y Social de la Facultad de Ciencias Sociales, Reto Bertoni, identificó "la favorable influencia de los mercados internaciones y las políticas desplegadas" desde el Estado como aspectos claves en ambas fases de expansión del PIB. Pero apuntó que la estabilidad macroeconómica y la promoción de la inversión productiva en el último período, generó un diferencial que empujo "el viento de cola por el boom de los precios de los commodities".

Oddone mencionó dos aspectos que podrían asemejarse entre ambos períodos "salvando las distancias". Una es la apuesta a la estatización de los servicios públicos en la década del 40 y la creación de empresas públicas —como OSE, AFE y Pluna— que se puede equiparar con el impulso de "devolver al Estado un rol protagónico en materia de producción" del último ciclo.

La otra similitud es la búsqueda de mejoras salariales a través de los Consejos de Salarios, que fueron instaurados en la década del 40 y restablecidos en 2005 con la llegada de la izquierda al gobierno. Oddone puntualizó que para sostener el modelo de sustitución de importaciones, se necesitaba un mercado interno fuerte y para ello se pretendía elevar el poder adquisitivo de la población.

Fin del ciclo.

Lema explicó que no necesariamente un período prolongado de crecimiento debe terminar en una fuerte recesión, aunque los antecedentes de Uruguay indican que así ocurrió casi todas las veces: estancamiento de la economía por diez años tras la postguerra, la crisis de "la tablita" en 1982 y crisis bancaria en 2002 —entre 1983 y 2001 hubo un período de crecimiento en términos generales pero no fue continuo en los registros—. Bertoni señaló que hay una "recurrencia de períodos de importante crecimiento seguidos de crisis" en la historia uruguaya.

El catedrático de la Facultad de Ciencias Sociales, indicó que en la postguerra al igual que en la época de bonanza agroexportadora (entorno a 1930) los procesos positivos "se interrumpen por efecto de desequilibrios externos originados en cambios importantes en los precios de los productos exportables del país y modificaciones en las reglas de juego que unilateralmente tomaron los principales socios comerciales".

Auge postguerra duró hasta 1956

La etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial que va de 1944 a 1951 significó ocho años de crecimiento ininterrumpido, el mayor período hasta la era actual. Pero el doctor en Historia Económica, Gabriel Oddone, explicó que la caída del PIB en 1952 se puede considerar "un accidente" derivado de un shock de precios, ya que al año siguiente la actividad "rebota y crece mucho", continuando así por varios años. Por este motivo, Oddone ubica el final de esta etapa de auge económico postguerra en 1956. Los datos oficiales acerca del PIB van hasta la mitad del siglo pasado y existen estimaciones oficiales hasta 1935. Oddone señaló que "hay otra etapa larga de crecimiento" de la que no existen registros, que va desde finales del Siglo XIX a los primeros años del Siglo XX.

La opinión de los expertos

Aldo Lema (economista)

"No necesariamente (un período largo de crecimiento) debe terminar en una crisis. Eso está determinado no solo por las condiciones externas sino también por las políticas y vulnerabilidades desarrolladas durante la bonanza. El mayor desafío hoy es que este ciclo no termine en una crisis, para eso es clave mantener políticas que prioricen la estabilidad macroeconómica, la inserción y la inversión".

Andrés Masoller (Ministerio de Economía)

"Estamos en el periodo más largo de crecimiento desde que se llevan registros, Uruguay nunca creció por 14 años consecutivos, y en magnitud es el más importante desde la postguerra", manifestó. Atribuyó estos números al desarrollo que logró Uruguay en línea con un desacople de los vecinos Argentina y Brasil, que en tiempos anteriores arrastraron al país a diversas crisis.

Gabriel Oddone (Doctor en historia económica)

"Las políticas del período 1944-1956 están enmarcadas en un período de auge del modelo de industrialización por sustitución de importaciones. Por tanto en Uruguay al igual que en muchos países de la región, había una economía cerrada, con altos niveles de protección arancelaria y un vuelco hacia el mercado interno. Había un tipo de cambio múltiple con restricciones significativas a las importaciones".

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Graña, Polgar, Bergara, Frugoni y Masoller en Acde. Foto: Ariel Colmegna.

URUGUAY Y SUS CICLOS ECONÓMICOSMATHÍAS DA SILVA

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