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Tarjetas clonadas: cómo se hace y quiénes están detrás

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Las bandas precisan la información que tienen las bandas magnéticas de las tarjetas y el PIN. Foto: Juan Gonzalez Galaz

MANIOBRA CON PLÁSTICOS

El BROU detectó dispositivos para realizar esto en cajeros; cómo prevenirlo.

Todos los años entre 10 y 15 personas acaban presas en Uruguay por una modalidad particular de estafa: la clonación de tarjetas. Se trata de individuos que, organizados en bandas con tentáculos dentro y fuera del país donde llevan adelante esta práctica, tienen como meta conseguir la información para extraer dinero de cuentas que no les pertenecen.

El sábado pasado Telemundo informó que Crimen Organizado estaba investigando una clonación de plásticos del Banco República (BROU). En un comunicado la institución dijo que "en los últimos días en algunos cajeros se detectaron dispositivos utilizados para clonar tarjetas y obtener claves", lo que motivó que el BROU diera de baja plásticos utilizados en esas terminales "en forma preventiva".

El banco estatal también indicó que hubo extracciones de efectivo hechas con tarjetas clonadas, lo cual había afectado a "algunas decenas de clientes", al tiempo que recordó que el BROU reintegra el monto sustraído a sus clientes bajo estas circunstancias.

Pero, ¿cómo se clona una tarjeta y quiénes están detrás de esta maniobra? Es una obra que se desarrolla en tres actos, explicó a El País el subcomisario del Departamento de Investigaciones de Delitos Financieros de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol, Sergio Fagúndez.

Una misma organización distribuye a sus integrantes en tres estaciones diferentes de la estafa. El primer grupo es el encargado de instalar dos dispositivos en un cajero automático que les permitirán conseguir la "materia prima" de su maniobra: un aparato en la ranura donde se inserta la tarjeta (para leer y grabar la información de su banda magnética) y una pequeña cámara que registra el PIN de la persona cuando lo digita en el teclado.

El segundo grupo recibe estos datos, e inserta en otro plástico —al que se le borró su información original— los de la tarjeta obtenidos en la etapa anterior. La clonación ya está hecha, pero falta una fase más para cerrar el círculo. Un tercer equipo es el encargado de ir hasta un cajero y, armado con esa tarjeta y el PIN que se robó en el primer paso, sustraer dinero.

Acá es cuando pueden sonar las alarmas de las instituciones financieras o las redes de cajeros automáticos (en Uruguay hay dos, RedBROU, del BROU, y Banred, que opera con los bancos privados). Un clásico movimiento inusual, ilustró Fagúndez, es cuando una misma persona, en cuestión de minutos, hace varias extracciones en una misma terminal con diferentes tarjetas. Que el plástico no haya sido emitido en Uruguay puede llegar a ser otra advertencia.

Con estas señales, y si sospechan alguna ilegalidad, las instituciones financieras dan el puntapié inicial a una investigación interna para determinar la naturaleza de las transacciones. Si constatan que no son lícitas realizan la denuncia ante Crimen Organizado desde donde — nuevo Código del Proceso Penal mediante— se informa a la fiscalía y se comienzan a armar los operativos pertinentes, explicó Fagúndez.

Los bancos también tienen mecanismos para detectar el intento de clonación en la primera etapa (cuando se produce el denominado skimming). "Corre también por cuenta de la institución financiera dentro de los mecanismos de controles que tienen en sus cajeros, porque lamentablemente ya es una práctica casi habitual", dijo Fagúndez. En este caso también se hace llegar la denuncia hasta Crimen Organizado, y desde allí se sigue el mismo recorrido.

El gerente general de Banred, Edgardo Cortaza, mencionó la forma en que perciben este tipo de maniobras. "Tenemos un sistema de prevención de fraude que analiza transacciones sospechosas", indicó, y añadió que también llevan adelante "rondas" en los cajeros para detectar la posible instalación de los dispositivos necesarios para esta estafa. Esto, dijo, ha ayudado a Banred "a detectar y prevenir la clonación" de plásticos.

Cortaza también destacó el "sistema de identificación positiva" que tiene la red, al que calificó como un "segundo factor de autenticación": además del PIN la persona tiene que aportar otro dato (el documento de identidad), "que no se digita por teclado por lo cual es difícil de obtener por los estafadores".

Por otra parte, el ejecutivo descartó que se esté frente a un aumento de esta modalidad.

El País también consultó a RedBROU —la red propia de cajeros automáticos del BROU— pero el banco estatal declinó hacer comentarios sobre la clonación de tarjetas más allá de lo señalado en el comunicado que divulgó días atrás.

Extranjeros.

Quien lea los titulares de las notas publicadas en los últimos años sobre arrestos por clonación de tarjetas encontrará un denominador común a todos ellos: siempre los implicados son extranjeros. Fagúndez dijo que al menos desde 2010 hasta acá todas las personas apresadas por este delito llegaron al país desde el exterior.

El funcionario del Ministerio del Interior añadió que, de los procesados por este crimen (en general, por estafa o asociación para delinquir) el 60% es rumano o búlgaro, el 20% francés y el otro 20% de diferentes países latinoamericanas (sobre todo brasileños, venezolanos y peruanos). En 2017, en tanto, se detectó la participación de "dos grupos grandes" e independientes: uno de cinco brasileños y otro de dos franceses.

La semana pasada, comentó el subcomisario, se realizó el último arresto de este tipo. Se trató de un ciudadano francés, que ya está en la cárcel con medidas cautelares por 120 días por un delito de estafa. Se detectó que estaba extrayendo dinero de cajeros con tarjetas clonadas.

Cuando estas personas llegan al país, eligen cajeros ubicados en zonas densamente pobladas, como el área metropolitana o, en verano, balnearios, dijo Fagúndez, donde se pueden "mimetizar" con más facilidad. "No es lo mismo que vaya un francés a Juan Lacaze a operar un cajero, llamaría más la atención", ejemplificó.

Consejos para evitar la estafa.

¿Qué puede hacer un usuario para evitar ser víctima de una estafa de este tipo? El comunicado que el BROU emitió días atrás tiene dos "recomendaciones generales". Por un lado, el banco sugiere cubrir el tablero con una mano mientras se digita el PIN en el cajero. De esta manera, si hay una cámara instalada en la terminal, no captará la combinación numérica de ese plástico. Además, se agrega que si el usuario ve algún dispositivo o "elemento sospechoso" en el cajero no extraiga dinero de allí. Otro aspecto que aporta seguridad es el chip que tienen algunas tarjetas, en lugar de aquellas que cuentan con banda magnética (algunos bancos ya están migrando de un sistema al otro en Uruguay). Consultado acerca de si las tarjetas con chip eran más seguras, Cortaza de Banred dijo: "Sin lugar a dudas; ya tenemos varias instituciones que están trabajando con esa modalidad".

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