Buenos Aires - El empleo en negro en Argentina supera actualmente los niveles de la década del 90 e involucra a más de 5 millones de personas, según un informe conocido hoy.
El informe del centro de estudios laborales Cenda de Buenos Aires precisa que el empleo en negro todavía representan el 44.4 % de la demanda laboral del país. Cenda calculó que 5.200.000 personas trabajan en negro en Argentina y que el 68.3 % no tiene cobertura de la seguridad social, carecen de seguro médico y tampoco sus patrones realizan aportes para el sistema jubilatorio.
De acuerdo al informe, entre los trabajadores en negro es mayor la subocupación que entre los empleados registrados por sus empleadores y amparados por las leyes laborales, alcanzando al 35.3 %.
También el 40.7 % de los hogares cuyo jefe es un asalariado no registrado, está debajo de la línea de pobreza, precisó Cenda. La desocupación en Argentina descendió a 10.4 % a fines de julio de acuerdo a las cifras oficiales, representando el porcentaje más bajo desde el estallido de la crisis de fines de diciembre de 2001.
Sin embargo, el crecimiento de la economía en tasas que oscilaron entre el 8 y el 9 por ciento en los últimos años y la generación de empleo, no pudo eliminar el trabajo no registrado, que constituye un fraude al fisco.
El ministro de Trabajo, CarLos Tomada, prometió lanzar un ejército de inspectores contra el trabajo en negro, cuando la semana pasada finalizaron las negociaciones del Consejo del Salario Mínimo con la central sindical CGT.
La CGT, liderada por el sector tradicional del sindicalismo peronista ha presentado reiteradas denuncias sobre el trabajo en negro en Argentina, que involucra los inmigrantes ilegales provenientes de los países vecinos que son sometidos a un virtual régimen de trabajo esclavo.
ANSA