MEDIDAS Y CONTRAMEDIDAS

Caída de bolsas y anuncios de represalias por intención de subir aranceles.

El presidente estadounidense Donald Trump se declaró ayer seguro de ganar la guerra comercial que se avizora tras su anuncio de gravar las importaciones de acero y aluminio.

"Mucho ruido y pocas nueces", dijo el secretario de comercio Wilbur Ross en televisión mientras las bolsas caían y se escuchaban por doquier amenazas de represalias de grandes socios comerciales de Estados Unidos y advertencias de China y de organizaciones multilaterales como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Trump dijo que no teme una guerra comercial y que le será fácil ganarla. "Cuando un país (Estados Unidos) está perdiendo miles de millones de dólares en comercio virtualmente con cada país con el que tiene negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", escribió en Twitter. "Cuando estamos perdiendo US$ 100.000 millones con un país y se hace el listo, dejamos de comercializar y ganamos en grande. ¡Es fácil!", agregó.

Trump redobló así su apuesta por el proteccionismo al anunciar tarifas de hasta 25% a las importaciones de acero y 10% al aluminio para castigar prácticas comerciales que considera desleales y que engordan el déficit y roban empleos estadounidenses.

A raíz del temor a una guerra comercial las acciones europeas bajaron ayer a mínimos en seis meses, presionaron particularmente al índice alemán DAX —con un alto componente exportador—, que cerró con una caída del 2,3% en mínimos en seis meses. El referencial europeo STOXX 600 terminó con un descenso del 2,09%, perforando el piso tocado a comienzos de febrero.

En la bolsa de Nueva York, el índice industrial Dow Jones bajó 0,29%, a 24.538,06 puntos. En cambio, el S&P 500 subió 0,51%, a 2.691,25 unidades, y el Nasdaq Composite ganó 1,08%, a 7.257,87 unidades. En la semana, el S&P 500 descendió un 2%, mientras que el Dow Jones bajó un 3% y el Nasdaq cayó un 1%. Wall Street había registrado ganancias en las dos semanas previas tras recuperarse de una fuerte liquidación registrada a inicios de febrero. También hizo caer al dólar en el mundo.

El anuncio de Trump enojó a fuertes socios comerciales de Estados Unidos como Canadá, Alemania, México, Brasil y la Unión Europea.

El secretario de Comercio Wilbur Ross ignoró las reacciones. "Toda esta histeria es mucho ruido y pocas nueces", dijo mientras enseñaba latas de cerveza Budweiser, Coca-Cola y sopa Campbells.

"Esta es una lata de sopa Campbells. Hay alrededor de 2,6 centavos de valor de acero. Si eso sube un 25% eso es alrededor de seis décimas de un centavo sobre el precio de la lata de Campbells Soup", dijo. "Es insignificante", apuntó.

Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que el plan de aplicación de tarifas no contempla exenciones por país.

El decano de la Facultad de Ciencias Empresariales y director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi dijo a El País que "esta nueva medida del acero y aluminio aún no está confirmada (cómo se implementará) y hay que ver si sigue el mismo modelo que la ya vigente para los paneles solares y máquinas lavadoras. Ahí se aplicó una salvaguarda por entender que se está afectando la producción nacional, lo que lo habilita a aplicar aranceles por encima de los compromisos de la OMC por un período de tiempo".

"La medida afecta a China especialmente, Canadá y México. En la región a Brasil y Argentina que exportan muchos millones de dólares de estos productos", explicó.

"A nivel internacional esto puede generar represalias y consultas en la OMC como ya generó la medida anterior. Debemos esperar a la semana que viene para saber a través de qué instrumento decide subir los aranceles", agregó Bartesaghi.

Respecto a Uruguay, el analista indicó que no ve un "impacto directo muy fuerte, si bien hay una corriente de exportación de manufacturas de hierro y acero y en bastante menor medida de aluminio (cercana a US$ 1 millón en 2017 computadas en conjunto)".

El efecto indirecto puede venir si se instala una guerra comercial, con respuestas de China y Europa que enlentezcan el crecimiento económico global.

De hecho, los tambores de guerra suenan en Europa. Emblemáticos productos estadounidenses ya están en la mira de Bruselas entre ellos Harley-Davidson, Bourbon y los tejanos Levis. "El riesgo de escalada es real como mostraron las primeras respuestas de los otros" países, dijo el director general de la OMC Roberto Azevedo.

China demandó a Washington "restringir" las medidas proteccionistas y a "respetar las reglas" del comercio pero no aludió a represalias.

China es el mayor productor mundial de acero aunque representa solamente el 1% del mercado estadounidense.

El primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que el intercambio bilateral de acero es favorable a Estados Unidos y que aplicar tarifas sería "inaceptable". Debido al alto grado de integración entre las industrias del acero y el aluminio de Estados Unidos y Canadá "estas propuestas los lastimará más a ellos que a nosotros", añadió. CON INFORMACIÓN DE AFP Y REUTERS