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¿Cómo está Uruguay en desarrollo humano en comparación a América Latina y al mundo?

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Uruguay es el 4° en América Latina y el Caribe tras Chile, Argentina y Barbados. Foto: @pnud

INFORME

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo presentó ayer el Índice de Desarrollo Humano 2019, en el que Uruguay varió levemente su posición a nivel mundial.

Uruguay está en el tercio superior a nivel mundial en desarrollo humano, según el informe que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que este año se titula “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”.

Uruguay ocupó el puesto 57° (compartido con Kuwait y dos puestos por debajo del año previo) entre 189 países del mundo y el 4° en América Latina y el Caribe por detrás de Chile (42°), Argentina (48°) y Barbados (56°), con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,808.

Según el PNUD Uruguay está “en la categoría muy alta de desarrollo humano”.

En la región, Chile obtuvo un IDH de 0,847 y Argentina de 0,830. Tanto Chile, como Argentina y Uruguay están por encima del promedio de América Latina de 0,759. Pero, por otro lado están por debajo del promedio de 0.892 de los países pertenecientes al grupo de desarrollo humano muy alto.

A nivel mundial, las cinco primeras posiciones del IDH son para Noruega (0,954), Suiza (0,946), Irlanda (0,942), Alemania (0,939) y Hong Kong (0,939).

La contracara son Burundi (0,423), Sudán del Sur (0,413), Chad (0.401), República Centroafricana (0,381) y Níger (0,377), los países africanos en las últimas cinco posiciones.

Educación. En sectores clave de la economía el nivel no es bueno, según informe. Foto: Shutterstock.
El IDH mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo. Foto: Shutterstock.

El IDH mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo (salud, educación y nivel de vida). “Entre 1990 y 2018, el valor del IDH de Uruguay aumentó de 0,692 a 0,808. La esperanza de vida al nacer en aumentó en 5,2 años, el promedio de años de escolaridad aumentó en 1,6 años y los años esperados de escolaridad aumentaron en 3,5 años. El Ingreso Nacional Bruto per cápita (IBN) de Uruguay aumentó en un 104.6% entre 1990 y 2018”, indicó el PNUD en una nota sobre el país.

A nivel mundial, el organismo señaló que “pese a que muchas personas están consiguiendo alcanzar niveles mínimos en materia de desarrollo humano, las desigualdades continúan siendo generalizadas”.

Por ejemplo, “en los dos primeros decenios del siglo XXI se ha producido una reducción considerable de las privaciones extremas, pero las desigualdades siguen en niveles inaceptables para una extensa lista de aspectos del desarrollo humano y capacidades -entendiendo por tales las libertades de las que gozan las personas para realizar actividades deseables, como ir a la escuela, obtener un empleo o disponer de suficiente comida-”, indicó el PNUD.

Está surgiendo una nueva generación de profundas desigualdades en desarrollo humano, al tiempo que se avanza en reducir las no resueltas del siglo XX”, afirmó. En ese sentido, explicó que “existe evidencia de divergencia en una amplia gama de capacidades aumentadas. En los países con desarrollo humano muy alto, la proporción de la población adulta con estudios superiores está creciendo a un ritmo más de seis veces superior al de los países con desarrollo humano bajo; en el caso de las suscripciones a la banda ancha fija, el ritmo de crecimiento es 15 veces mayor”.

¿Qué se puede hacer?

“La redistribución de los ingresos, que a menudo domina el debate sobre las políticas de lucha contra la desigualdad, se ve a usualmente como esa ‘bala de plata’. Sin embargo, incluso un paquete plenamente redistributivo de cuatro políticas ambiciosas -impuestos sobre la renta más elevados y progresivos, rebajas impositivas para las personas con ingresos por trabajo reducidos, deducciones por cada hijo y un ingreso mínimo para todas las personas- sería insuficiente para revertir por completo el aumento de la desigualdad de los ingresos en el Reino Unido producido entre finales de la década de 1970 y 2013”, señaló el informe.

“Esto no significa que la redistribución no sea importante. Todo lo contrario. Sin embargo, para lograr un cambio duradero tanto en los ingresos como en el conjunto de las desigualdades que afectan al desarrollo humano es preciso adoptar políticas con un enfoque más amplio y más sistemático”, agregó.

En ese sentido, indicó que “las políticas premercado pueden reducir las disparidades de las capacidades, ayudando a todas las personas a acceder al mercado laboral con una mejor preparación”, mientras que las políticas de mercado “pueden servir para equiparar en mayor o menor medida la situación de los diferentes grupos”.

El PNUD también se refirió a las políticas postmercado que inciden “en las desigualdades una vez que el mercado y las políticas que se adoptan en él han determinado la distribución de ingresos y oportunidades”.

“El futuro de las desigualdades en desarrollo humano en el siglo XXI está en nuestras manos, pero no podemos descuidarnos. La crisis climática muestra que el precio de la inacción aumenta con el tiempo, ya que fomenta una mayor desigualdad que, a su vez, dificulta cada vez más la acción por el clima”, concluyó.

Desarrollo ajustado según la desigualdad

El PNUD también mide el Índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDH-D), que cubre 150 de los 189 países relevados por el IDH. Este indicador ajustado “mide las pérdidas en el desarrollo humano debido a una distribución desigual de los beneficios del IDH”, explicó. Para Uruguay, el IDH ajustado por desigualdad es de 0,703, “lo que constituye una pérdida del 13% debido a la desigualdad en la distribución de los índices de dimensión del IDH”, señaló. “Costa Rica y Panamá muestran pérdidas debido a la desigualdad de 18,7% y 21,2%, respectivamente. La pérdida promedio debido a la desigualdad para países con IDH muy alto es de 10,7% y para América Latina y el Caribe es de 22,3%”, agregó. Según Achim Steiner, administrador del PNUD, los líderes políticos de todo el mundo se enfrentarán a una creciente ira si no dan soluciones a la población descontenta. “La polarización política y, a veces, la explosión de protestas están ocurriendo en todo el mundo”, dijo.

Situación en desarrollo de género y brecha
Mujeres con más años de educación entre las más castigadas por brecha salarial. Foto: Pixabay

El PNUD también elaboró “el Índice de Desarrollo de Género, que mide las brechas de género en los logros de desarrollo humano de 166 (de los 189) países”. En el caso de Uruguay, “el valor femenino de desarrollo humano es de 0,810, en contraste con 0,797 para hombres, resultando en un IDG de 1,016, colocando al país en el grupo de desarrollo de género alto”, afirmó el organismo. “En comparación, los valores de IDG para Costa Rica y Panamá son 0,974 y 0,988, respectivamente”, agregó.

Además está “el Índice de Desigualdad de Género, que calcula los resultados de 162 países, mide la desigualdad en el empoderamiento entre hombres y mujeres y considera las siguientes dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento político y social, y mercado de trabajo”, explicó el informe.

En este indicador, “Uruguay tiene un valor de 0,275, ubicándose en el puesto 59 de 162 países”, afirmó. “En comparación, Costa Rica y Panamá se clasifican en el puesto 61 y 108 respectivamente en este índice”, agregó.

“El 22,3% de los escaños parlamentarios están ocupados por mujeres (2018) y el 57,8% de las mujeres adultas han alcanzado al menos un nivel secundario de educación, en comparación con el 54% de los hombres”, indicó el PNUD.

Por cada 100.000 nacidos vivos, 15 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo; y la tasa de natalidad adolescente es de 58,7 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años. La participación femenina en el mercado laboral es del 55,8%, en comparación con el 73,8% en el caso de los hombres”, añadió.

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