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Uruguay: el que más recauda por impuestos “verdes”

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Foto: Archivo El País

MERCADOS DE LA REGIÓN

En Sudamérica en 2017; alcanza a 1,9% del PIB según informe.

Un informe de organismos internacionales sobre América Latina y el Caribe analizó que los denominados impuestos verdes o ambientales están creciendo en la región y dentro de esa categoría, Uruguay es el tercer país que más recauda en relación al PIB y el primero de Sudamérica.

En 2017 los ingresos tributarios relacionados con el medio ambiente se ubicaron en torno a 1,9% del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel solo superado por Costa Rica (2,3% del PIB) y Honduras (2,4% del PIB).

La información surge de un apartado sobre impuestos ambientales del informe "Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe" realizado por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Centro de Política y Administración Tributaria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Centro de Desarrollo de OCDE.

“Un impuesto relacionado con el medio ambiente es aquel cuya base es una unidad física de algo que tiene un impacto dañino específico y comprobado en el medio ambiente, independientemente de si está destinado a cambiar los comportamientos o se impone por otro propósito”, detalló el reporte. Añadió que “implementan el principio de quien contamina paga y llevan a que a las empresas y los hogares consideren los costos sociales de sus acciones”.

El promedio de 22 países de América Latina y el Caribe dio un ingreso promedio por impuestos verdes de 1,1% del PIB en 2017, por debajo del promedio de las naciones de la OCDE (1,6% del PIB).

Se distingue entre impuestos ambientales al motor y la energía, significando en el caso de Uruguay 1% del PIB los primeros y 0,9% del PIB los otros.

Aunque el reporte no da detalles sobre qué impuestos toma en cuenta, la primera categoría debe incluir el Imesi que abonan los vehículos nuevos, cuyo esquema de tributación fue modificado en 2012 atendiendo criterios medioambientales: una tasa diferencial según la cilindrada (los de menor motor contaminan menos) de entre 23% y 46%, y una tasa global de 115% para los automóviles a gasoil.

“En muchos países de América Latina y el Caribe y de la OCDE, la mayor fuente de ingresos tributarios relacionados con el medio ambiente se deriva de los impuestos especiales sobre los combustibles para el transporte por carretera”, indicaron los organismos encargados del reporte.

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