INFRAESTRUCTURA

El cierre del anillo eléctrico es una inversión clave en infraestructura para este período de gobierno. Esta obra supone la construcción de líneas de alta tensión de 500 kilovatios (kv) entre Tacuarembó y Salto (240 kilómetros), lo que permite mayor flexibilidad para la generación eléctrica y mayor confiabilidad para el sistema.

La obra iba a ser realizada por el gobierno del Frente Amplio, pero hubo demoras por una discusión sobre cómo debe ser la modalidad de financiamiento y a eso se sumó la derrota electoral de ese partido en noviembre, lo que aminoró el interés de las anteriores autoridades, había informado El País el pasado 4 de febrero.

Ahora, UTE resolvió cuál va a ser la modalidad de financiamiento. Las alternativas pasaban por un fideicomiso que emitiera títulos en la Bolsa de Valores, lo que deja fuera del balance de UTE el endeudamiento (es decir no impacta en las cuentas públicas) pero el riesgo recae en manos del Estado en caso de sobrecostos como ya hubo en este tipo de obras. La otra opción era la figura del leasing, que también permite que no haya impacto fiscal y el riesgo lo asume el privado. Empero, encarece la obra ya que el que se endeuda es el privado (si bien UTE también asume el pago al privado).

La presidenta de UTE, Silvia Emaldi señaló que la línea de transmisión de un costo estimado de US$ 250 millones se financiará en el mercado de valores. Será en parte a través de una oferta de acciones o bonos a principios del próximo año, dijo Emaldi en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg.

El gerente Económico-Financiero de UTE, Marcos Bazzi dijo a ese medio que en conjunto con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) se resolverá este mes cuánto financiamiento buscar en el mercado de valores y si el proyecto se estructurará como un fideicomiso (y se emiten certificados de partición o títulos de deuda) o una sociedad de derecho privado (y se emiten acciones o títulos de deuda). “La estructura de capital del proyecto probablemente será un 80% de deuda y un 20% de capital, y UTE tendrá una participación minoritaria”, señaló Bazzi.

“Es un proyecto estratégico. Hará que todo el sistema nacional sea más robusto “y ayudará a” las operaciones de exportación de energía básicamente a Brasil y también a Argentina “, dijo Emaldi.

Al cerrar el anillo, si se produce una falla en un punto de la línea, se la puede alimentar por otro y no ocurre un gran apagón como sucedió en agosto de 2017.