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Venta de automóviles también pauta el freno en la economía

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Los automóviles lideraron la venta. Foto: Archivo El País
Transito en la Av. Eduardo Victor Haedo del balneario La Barra, Maldonado, verano 2014, ND 20140104, foto Marcelo Bonjour - Archivo El Pais, autos, atasco, mucho transito, turistas
Archivo El Pais

Tema de análisis

De los cambios materiales más importantes que se han registrado en los últimos años cabe señalar el acceso al automóvil por parte de los hogares.

El incremento del parque automotor lo refleja con claridad y quienes transitamos diariamente lo sentimos en embotellamientos y enlentecimiento en el flujo de la circulación.

Ese acceso masivo fue posible por varios factores y a su vez impactó positivamente sobre la marcha de la economía, por lo que el seguimiento de las ventas de automóviles cero kilómetro ayuda a entender la marcha de la economía así como también a predecir su evolución futura.

La Asociación de Concesionarios de Marcas de Automóviles (Ascoma) divulga mensualmente las ventas de los cero kilómetro. Los datos a mayo señalan que las ventas en unidades físicas cayeron 9,1% respecto al acumulado en los cinco primeros meses de 2017.

En la misma línea, la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU) informó días atrás que las ventas de vehículos nuevos en el primer semestre del año cayeron 14,6% interanual. Antes de extraer conclusiones apresuradas es importante señalar que la caída de las ventas era algo esperado.

No por ello debe pasar desapercibida. Por el contrario, su evolución muestra cambios importantes respecto al pasado que deben incorporarse al análisis para entender mejor lo que está sucediendo y poder predecir con mayor exactitud el futuro.

En primer lugar, hay que señalar que a partir del 1° de enero del presente año comenzó a regir una suba en la tasa consular. Se trata de un tributo que grava las importaciones, por lo que, en principio, se traslada al precio final de los productos importados.

Ante la amenaza de tal suba, aumentaron las ventas de cero kilómetro el pasado mes de diciembre un 9% respecto al mismo mes de 2016 y un 50% respecto al promedio mensual de ventas del año en curso.

Dado el efecto tasa consular, si en vez de medir los cinco primeros meses de 2018 (según los datos de Ascoma) frente a igual período de 2017 se agregan los meses de diciembre 2016 y 2017 en la comparación, la caída fue del 5%. Este valor podría considerarse como más cercano a la tendencia actual.

Se puede dividir el universo de marcas en tres grandes bloques, con todas las salvedades que estas clasificaciones pueden traer aparejadas. Un primer grupo de autos exclusivos, marcas altamente reconocidas de origen alemán o japonés. Para simplificar el análisis agrupamos todas las marcas de origen chino en un grupo que asociamos a automóviles más accesibles y un tercer grupo de marcas tradicionales, que incluyen una amplia variedad de modelos, a la que podemos llamar de categoría intermedia.

Los datos a mayo muestran que las ventas que más cayeron son las de autos más accesible (-22%), seguidas por las intermedias (-3%), al tiempo que las marcas premium mantuvieron sus ventas bastante estables (-2%).

Varias conclusiones se pueden extraer de esta evolución. En primer lugar que las marcas que más caen son las más baratas. Ello parece lógico, ya que el público que compra estos productos es el que más cuida el bolsillo. Adelantaron compras en diciembre, por lo que las ventas esperadas en los meses siguientes deberían caer, tal cual sucedió.

A su vez, este público, que depende de su ingreso salarial para hacer frente al pago del auto cero kilómetro, seguramente en cuotas, es el que muestra un moderado pesimismo en las encuestas de confianza del consumidor, ante la incertidumbre creciente en el mercado laboral. No es de extrañar entonces que las ventas estén cayendo.

Hay que destacar que los datos que estamos comentando son al mes de mayo, antes de que se produjera la devaluación del peso. Este es un nuevo elemento que contribuirá al freno de las ventas de autos más económicos.

El descenso de las ventas de automóviles chinos hay que contextualizarlo. Estos vehículos irrumpieron con fuerza en el mercado local y llegaron a representar el 25% del total de las ventas físicas en 2013 y 2014, desde entonces han ido perdiendo terreno ante la recuperación de las marcas tradicionales que introdujeron modelos más económicos para competir con ellos.

Se puede presumir que el grueso de las ventas de las marcas tradicionales corresponde a los modelos más accesibles. Si las consideramos en su conjunto, la caída observada es más moderada, pero caída al fin, y responde a las causas ya comentadas.

Por su parte, las marcas exclusivas representan aproximadamente el 7% del mercado y no muestran grandes cambios en lo que va del año.

Esta evolución ya está teniendo implicancias en el desempeño de la economía en general. En primer lugar, en la recaudación. Los datos a junio indican que la recaudación real de la Dirección General Impositiva (DGI) por concepto de Imesi automotor cayó 12,7%. Los datos no lo reflejan, pero las menores ventas también incidieron en el IVA, cuya recaudación real cayó 0,3% en el primer semestre del año respecto a igual período de 2017.

La menor recaudación asociada al consumo refleja el enlentecimiento de este último. En particular un descenso en el nivel de actividad del comercio. Dada la particularidad de los bienes en cuestión el valor agregado derivado de la venta de un auto cero kilómetro es superior al de la gran mayoría de los bienes y servicios que se comercializan en plaza, por lo que un descenso en las ventas de vehículos se verá reflejado en un menor nivel de actividad del sector.

Estos son datos que recién están incorporando el efecto devaluación. Si se hace el cociente entre el precio de los automóviles en el IPC y el ingreso medio de los hogares, se observa que el segundo semestre del año arrancará con una suba del 9% en relación al 2017.

Seguramente en los meses próximos los consumidores internalicen totalmente esta variación y sean más cautos en la compra de bienes cuyo precio se fija en dólares, por más promociones que efectúen las automotoras e incluso el no traslado a precios del aumento de la tasa consular. Se trata de un elemento más que contribuye a presagiar una tendencia al estancamiento de la economía.

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