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“Queremos relación fuerte con UE y acuerdo con Mercosur”

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Ministro británico tuvo reuniones con tres jerarcas de gobierno para extender relación. Foto: D. Borrelli

MARK GARNIER

Es lo que busca Reino Unido luego que se produzca el Brexit, dice ministro.

El Reino Unido quiere lograr un acuerdo comercial con el Mercosur una vez que salga de la Unión Europea (UE), pero mientras ayudará “en todo lo que sea posible” para que se concrete el acuerdo entre ambos bloques. Eso dijo el Ministro de Inversiones del Departamento de Comercio Internacional, Mark Garnier en diálogo con El País.

El jerarca británico dijo que su país quiere “más comercio” con Uruguay y para ello puso a disposición financiamiento. Durante su visita se reunió con los ministros Danilo Astori (Economía), Tabaré Aguerre (Ganadería) y Rodolfo Nin Novoa (Relaciones Exteriores). Lo que sigue es un resumen de la entrevista que Garnier dio a El País.

-¿Ahora que el Brexit está en proceso, Reino Unido tiene un acercamiento diferente hacia América Latina?

-Sí y no. Pienso que nuestro acercamiento a América Latina continuará y seguirá este fuerte nexo comercial que tenemos con América Latina. Queremos tener más comercio con América Latina, pero siempre lo hemos querido. También es importante que cuando miras la manera en que se comerciaría cuando haces un acuerdo de libre comercio, sería bajo un acuerdo Unión Europea-Mercosur.

Mientras sigamos siendo miembros de la Unión Europea, continuaremos ayudando en todo lo que sea posible para lograr ese acuerdo Mercosur-UE. Pero después del 29 de marzo de 2019 estaremos por nuestra cuenta -se prevé que tras ese día Gran Bretaña abandone la UE- y lo que queremos hacer es asegurar una relación fuerte con la UE, pero la relación que queremos nos permitirá estar en una posición de tener nuestro propio acuerdo de libre comercio con el Mercosur.

-Pero, ¿cómo implementarán esa estrategia? Porque perderán todos los acuerdos que son parte al ser miembros de la UE.

-Lo que queremos hacer es…Puedes dividir al mundo y tienes a la UE y lo que queremos es una relación profunda y significativa y constructiva con la UE, que también nos permitirá hacer acuerdos con otros países.

Luego está la relación con el resto del mundo, que se puede dividir en dos áreas, y lo que queremos es transponer los acuerdos que tenemos en la UE (como México) a Reino Unido. Lo que queremos lograr es que no se perciban diferencias entre la relación comercial que teníamos como miembros de la UE y luego como Reino Unido con la otra parte.

Al trasponer esos acuerdos, algunos pueden firmarse muy rápido y podemos cambiar algunas cosas en beneficio de las dos partes, porque en la UE había intereses de otros países que no son importantes para nosotros. Luego está la relación con el resto del mundo.

Por ejemplo con Estados Unidos, no hay acuerdo entre la UE y EE.UU. No podemos iniciar ninguna conversación mientras seamos miembros de la UE y no queremos romper las reglas. Pero podemos referirnos a cómo sería un acuerdo comercial en un futuro y podemos ver dónde están las oportunidades: EE.UU., Canadá, Corea, Japón.

-EE.UU. está en un proceso diferente, ha salido del Acuerdo Transpacífico, está renegociando el Nafta con México y Canadá, ¿cómo lidian con ese momento distinto?

-El presidente (Donald) Trump dijo que no va a firmar ningún acuerdo que no beneficie a EE.UU. y nosotros estamos muy interesados en el libre comercio, pero ningún país entrará a un acuerdo con otro país si le compromete su economía. El presidente Trump es muy entusiasta en tener un acuerdo con Reino Unido.

-Ahora, ¿ve más proteccionismo a nivel global o por ahora son solamente frases y no hay tantos hechos?

-Lo que es interesante es que cuando se trata de aranceles, se bajan los aranceles, se bajan y se bajan. Ahora, si se miran otras medidas, como las barreras para-arancelarias, hay un incremento.

Lo que está pasando es que la protección se ha movido de los aranceles a otras medidas, como etiquetas. Por ejemplo, si quieres vender un whisky escocés de 12 años. Es ese tipo de cosas que se están incrementando. Nosotros, genuinamente creemos que el libre comercio trae prosperidad a muchos, muchos países.

Por ejemplo, Colombia puede exportar granos de café a Reino Unido, Alemania u otro país de la UE con un arancel y todo el proceso de empaquetado, de agregado de valor, etc. tiene otro arancel en la UE.

No creo que eso sea justo con Colombia. No tiene sentido que el agregado de valor de un producto que sale de Colombia esté restringido a una economía rica como la UE.

Lo correcto sería que si compramos granos de café sin procesar a Colombia, el arancel sea el mismo que si lo procesa Colombia. Y tenemos la oportunidad de vender a Colombia paquetes para que lo envasen. La clave es que no deberíamos restringir el libre comercio de tal manera que parezca libre comercio pero beneficia a una nación rica.

-¿Cuál es el interés particularmente en Uruguay?

-Queremos comercio en las dos vías, no solo vender a Uruguay, sino comprar. Hay grandes oportunidades de importación como carne, arroz, exportamos petroquímicos, etc. Pero hagamos más comercio de dos vías. Ese es mi entusiasmo al venir a Uruguay.

Comerciamos US$ 350 millones al año, no es mucho, queremos que sea más. Proveemos financiamiento a las exportaciones a través de UK Export Finance. Lo hemos duplicado para Uruguay (a unos US$ 5.500 millones). Esto es para empresas de Reino Unido que exporten a Uruguay y para compradores uruguayos de productos y servicios de Reino Unido. Además, ahora está disponible en pesos uruguayos.

-Uruguay tiene un acuerdo para evitar la doble tributación con Reino Unido, ¿esto puede impulsar las inversiones de empresas británicas?

-Sí y viceversa. Absolutamente. Es algo bueno, facilita mucho. En mi visión no hay ningún problema que impida invertir en Uruguay.

-Se debate hoy sobre adoptar las reglas de la OCDE para BEPS (erosión de la base impositiva y traslado de ganancias), ¿cuál es la visión de Reino Unido?

-Es realmente un tema grande, grande. Hay 90 países que adoptarán las reglas. Es el problema fundamental de que por ejemplo una cadena importante de cafeterías, sin nombrar ninguna en particular, tiene la marca y la licencia de uso de granos de café en un área de muy baja tributación, llevando su dinero a esa zona offshore.

Antes eso era resuelto por dónde se había hecho la mayor parte de valor agregado. Ahora, el problema es que el mundo no es tan simple y cuando se mira a Internet ¿dónde está basado el valor económico de Amazon o Google, o Paypal, o Facebook o Twitter?

Y ese es el problema fundamental. Lo que BEPS trata de hacer es llegar a un acuerdo. Lo que hay es esta situación loca de que los negocios están legítimamente enviando dinero a paraísos fiscales, cuando todo el mundo está de acuerdo que no tienen sentido.

-¿Un país puede quedar afuera de BEPS? ¿Qué efectos tendría?

-Sí, puede, técnicamente sí. Ahora, un país puede permanecer fuera de BEPS, pero eventualmente más y más países entrarán hasta que quedarás solo con Corea del Norte y no quieres ser el último país fuera de BEPS con Corea del Norte. Esa es la clase de pregunta que debes hacerte.

El principio de BEPS es absolutamente sano, que es tener un acuerdo global de cómo tratar la tributación en el siglo XXI, porque cuando estas reglas fueron establecidas hace más de 100 años, las cosas eran muy diferentes, se transferían bienes y ahora se transfieren ideas alrededor del mundo y el mundo es muy pequeño ahora con Internet.

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