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Empresa uruguaya produce ganado en campos de Texas

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Tropa de ganado en Estados Unidos. Foto: Reuters
REUTERS - CATTLE DRIVE - F - ODD - CAL01:CATTLE DRIVE:CALGARY,ALBERTA,15NOV99 - Bill Collins leads rancher/businessman Charlie Locke's 800 head of cattle with 15 neighbors, friends and hired hands down a dirt road ten kilometres west of Calgary, November 15. Collins has been riding for 70 years, as the local cowboy heads the cattle to Locke's ranch, the Rocky Butte Ranch, for winter pasture. The cattle drive took five hours to move the cattle to their new winter home 14 kilometres away. pdp/Photo by Patrick Price REUTERS - CALGARY - ALBERTA - Canada - PATRICK PRICE - PP¶
PATRICK PRICE - REUTERS - X00223/REUTERS

Una empresa uruguaya comenzó a explotar un establecimiento pecuario en el Estado de Texas (Estados Unidos), en el marco de un fondo de inversión en ganadería, donde ya cuenta con 3.800 hectáreas y sigue apostando a crecer. 

A la vez, vende dos cortes vacunos de alto valor —bife ancho y bife angosto— y carne picada uruguaya a través de Internet en EE.UU., y las nevadas hacen crecer las ventas.

Se trata de Conexión Ganadera, empresa creada en 1999, donde los inversores —muchos de fuera del sector agropecuario— aportan el dinero, se compra el ganado y se ponen a producir esos animales en un establecimiento agropecuario.

Luego, el valor que esos ganados crean en su proceso de producción se divide entre las partes según el contrato de capitalización que firman entre ellas y que supervisa Conexión Ganadera.

En el caso del establecimiento en Texas, es un negocio similar al que desarrolló la empresa en Uruguay, "donde se arrienda un campo para aquellos que quieran hacer inversiones en tierra. Esos predios que compramos o los que arrendamos, se pueblan con ganados de capitales estadounidenses", explicó a El País Pablo Carrasco, uno de los principales de la empresa Conexión Ganadera.

La realidad de la ganadería de Estados Unidos y principalmente en Texas, es bastante diferente a la uruguaya y no solo por los precios.

"El desarrollo del establecimiento en Texas será un proceso lento, admite Carrasco. "Hay un proceso que no se puede acelerar, como la preñez de la vaca y es el acumular credibilidad a nivel de los inversores. A nosotros, eso en Uruguay nos llevó 15 años", agregó el empresario. "Hoy en Estados Unidos hay una enorme desconfianza hacia los extranjeros", destacó Carrasco, pero aún así, los campos arrendados —antes tierras arroceras— se van poblando con ganado.

En Estados Unidos, el precio de la tierra está sintiendo el peso de los cambios de la ley Agrícola, que sigue subiendo. "Hasta ahora, el propietario de la tierra pedía al arrendatario el repaso del subsidio y el agregado de cantidades muy bajas", explicó Carrasco.

Rentas de campos a US$ 45 por hectárea y por encima de casi US$ 100 de subsidio "eran raras de ver por lo caras. En nuestro caso y bajo las nuevas normas, el arrendamiento ronda los US$ 90 por hectárea. El campo arrendado fue la norma en el pasado y tal vez no lo sea en el futuro", remarcó el empresario uruguayo.

Los primeros inversores para el establecimiento en Texas son uruguayos y argentinos que ya tenían dinero en Estados Unidos, los que reciben un retorno de entre 5% y 6% anual.

Realidad.

La ganadería de Estados Unidos tiene hoy el stock más bajo de los últimos 50 años y eso influye mucho sobre los precios, porque "el consumidor estadounidense tiene preferencia por la carne de su país".

Carrasco comentó que los terneros que pesan unos 225 kilos, valen US$ 6 por kilo (cotizan a US$ 1.350) y las vacas preñadas, según raza y tamaño, se pagan entre US$ 2.000 y US$ 2.500 por cabeza. A la vez, las vacas gordas de unos 600 kilos se pagan a US$ 3,10 por kilo.

Carrasco recordó que "la carga impositiva es irrisoria y es normal que el productor pague más por su casa que por su campo", porque en Estados Unidos "existe la convicción de que el campo aporta más por su crecimiento que por el pago de impuestos y se actúa en consecuencia".

Pero si sorprenden estos precios, también hay que saber que el sueldo de un peón es de US$ 3.000 por mes. "Hay un alto grado de mecanización de las áreas debido a los altos costos de la mano de obra", apuntó.

En cuanto al proceso productivo, también es bien diferente al uruguayo. Mientras que en Uruguay el ganado se produce sobre pasturas naturales y el uso de hormonas está prohibido por ley, en los establecimientos estadounidenses el uso de hormonas es clave en el proceso de engorde, donde se requieren animales pesados, sometidos a dietas altas en energía, uso de antibióticos para disminuir el estrés alimenticio y las hormonas para mejorar la conversión de alimento (principalmente dietas en base a granos, aunque también se produce a pasto). "Quitar una de estas piezas puede hacer caer todo el sistema", remarcó Carrasco.

En los sistemas de cría, los terneros se destetan con entre 200 y 300 kilos y van a los corrales de engorde (feed lot), vendidos a través de remates por pantalla o por Internet, cuenta Carrasco. Los corrales de engorde tienen su propio comprador de ganado.

La carne que hace historia en EE.UU.

Las ventas de carne vacuna uruguaya desosada (son dos cortes y carne picada, todo con trazabilidad) por Internet que puso en marcha Conexión Ganadera en Estados Unidos, "empezó a muy buen ritmo sin hacer demasiada publicidad", dijo a El País Pablo Carrasco, uno de los principales de la empresa uruguaya. Con las peores tormentas de nieve de la historia, "se está vendiendo mucho más".

Carrasco recordó que "hubo millones de problemas y terminamos vendiendo los primeros días de 2015. Las primeras ventas están mostrando mucho interés", remarcó.

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Tropa de ganado en Estados Unidos. Foto: Reuters

En principio ya cuenta con 3.800 hectáreas con animales

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