Estará sobre la mesa el rechazo a la suba de la leche cuota.

Las gremiales de tamberos se reúnen hoy en la tarde con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, buscando conocer qué nuevos avances ha logrado el gobierno para paliar la crisis de la lechería, luego que el Ejecutivo informara que no ajustará la leche cuota (léase leche consumo que vale $ 20) en $ 2 por litro, como pedían los tamberos. El precio lleva dos años sin ajustes.

Ayer, el delegado del Ministerio de Economía y Finanzas en el Instituto Nacional de la Leche (Inale) explicó a los productores por qué el gobierno no hacía lugar al ajuste, reflejando los conceptos vertidos sobre el pasado fin de semana por el subsecretario de la Cartera, Pablo Ferreri.

A su vez, la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) le había pedido una entrevista a Ferreri buscando hacerle conocer la necesidad de ajuste en la leche cuota, que representa entre el 8% o 9% del total de la leche producida.

Ayer el presidente del Instituto Nacional de la Leche, Ricardo de Izaguirre, recordó a El País el sector lechero está muy preocupado porque este mes tiene que comenzar a pagar el dinero que tomó del Fondo de Fortalecimiento y Financiamiento del Sector Lechero III, que abarcó alrededor de US$ 80 millones; ese dinero ya se había destinado a pagar deudas y poder subsistir el año pasado. Hoy los tambos siguen trabajando a pérdida.

De Izaguirre dijo que en la órbita del Inale "está trabajando en la creación de algún instrumento de apoyo financiero con el que se pueda prever más las crisis". El jerarca citó que entre esos instrumentos que están en pleno análisis y que además, serán a largo plazo, "hay instrumentos como seguros climáticos, de precios y otras iniciativas" que posibiliten darle mayor certidumbre el negocio en los momentos más difíciles, como fue el caso de la pasada crisis de precios internacionales y clima que abatió la lechería uruguaya en 2015. Con precios internacionales que aún no se han logrado recomponer y menores exportaciones, el sector aún está castigado y aumenta el endeudamiento con proveedores y bancos.

El sector ocupa hoy 800.000 hectáreas y entre la fase primaria e industrial emplea a 20.000 personas. Su endeudamiento hoy supera US$ 400 millones sólo a nivel de producción; con el Banco República se mantiene una deuda de US$ 250 millones; alrededor de US$ 50 millones con los proveedores y unos US$ 130 millones con la banca privada.

Los productores deben el 70% de lo que producirán en un año, cuando en 2013/14 debían apenas el 23%. Con un precio de leche de entre US$ 0,25 y US$ 0,27, por debajo de los costos de producción, se generará una pérdida acumulada de US$ 100 millones este año. Al no cubrir los costos de producción es muy fácil endeudarse.

Solucionar parte de ese endeudamiento o por lo menos buscar achicarlo, llevó a muchos tambos a liquidar gran parte de las vacas a las chacinerías (la faena de vacas lecheras lleva un aumento de 23%) o incluso a bajar la cortina.

De Izagurrre explicó que entre el trabajo que se viene haciendo en el Inale "también está el desarrollo de aquellos productores que han tenido crecimiento, para que la respuesta del sector sea más homogénea", ya que hay quienes producen 2.000 litros por hectárea y otros que llegan a 10.000 litros por hectárea.

Hasta ahora el gobierno apoyó al sector con algunas medidas que las gremiales consideran son de bajo impacto y hoy, en conjunto con el gobierno, analizan nuevos instrumentos de ayuda que les permitan a los tambos pasar el momento amargo. Se estima que el año cerrará con un mayor envío de vacas a las chacinerías, pero los productores sostienen que la crisis no se arregla sólo enviando las vacas al matadero, sino que precisa medidas que posibiliten salvar todos los tambos.

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