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Malezas: el costo económico de una mala práctica

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La soja, el maíz, los lácteos son otros de los productos que bajaron su valor. Foto: AFP
AP - Russia Wheat Drought - I - Farmers bring in the harvest with their combine harvesters, background, on a barley field near the village of Uzunovo in Moscow region, 170 km (105 miles) south of Moscow, Wednesday, Aug. 11, 2010. Last week, Moscow announced a ban on grain exports due to a severe drought that has reduced this year's estimated harvest by a third. (AP Photo/Ivan Sekretarev) Russia Wheat Drought - Uzunovo - RUS - Ivan Sekretarev - PLANTACION DE TRIGO EN CAMPO CERCA DE UZUNOVO, CULTIVOS, CEREALES, ESPIGA
Ivan Sekretarev - STF - AP - AP/AP

Se encareció el gasto en controlarlas en US$ 900 millones.

Parece la revancha de los yuyos. En la actualidad, en más de la mitad de la superficie agrícola de Argentina hay algún problema de malezas y el costo de controlarlas se encareció, sólo en soja, en unos US$ 900 millones en los últimos tres años.

En 1996, la aparición de la soja transgénica en combinación del glifosato —este último ya presente— ayudó a simplificar el control de malezas y produjo un importante ahorro de costos. Un solo producto garantizaba el control de las malezas. Sin embargo, el monocultivo de soja en amplias regiones del país (por ejemplo, en Santa Fe el 73% es soja de primera) y el uso continuo del mismo herbicida terminaron provocando una especie de rebelión de las malezas. El glifosato ya nos las controlaba.

En 2006 se encendió en Salta la alarma con un biotipo de sorgo de alepo resistente y de ahí en más el problema explotó. Hoy existen 27 especies resistentes a glifosato y otros herbicidas. Las malezas compiten con la soja por recursos clave como el agua y los nutrientes.

Hoy, para los productores la preocupación por el impacto de las malezas es clave. En el XXIV congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), realizado la semana pasada, hubo varias charlas con salas llenas sobre esta problemática.

"Éste es un problema para la humanidad, porque impacta en la producción de alimentos reduciendo los rindes. Podemos llegar a perder por ellas el 100% de un lote", explicó Francisco Cosci, gerente técnico de desarrollo del sistema Chacras de Aapresid.

Para Cosci, hoy no se pueden poner todas las fichas en una única estrategia o producto. En esta línea, hizo una comparación entre Messi en la selección y Messi en el Barcelona. "Si ponemos todo en un solo jugador (Messi de la selección), vamos a fracasar, pero si a los otros 10 jugadores los vemos con distintas estrategias vamos a tener mayores probabilidades de éxito por actuar en conjunto", indicó este experto, que aconsejó apuntar a una mayor intensificación y variación de cultivos.

Hernán Mirambell, del servicio técnico de Agrofina, remarcó que de un problema de fácil manejo con el glifosato se pasó a otro más complejo. "Hoy un solo producto no controla todo. Por eso desde las empresas miramos a las malezas desde otra perspectiva, recurriendo a otros herbicidas y modos de acción", afirmó.

Existe una importante facturación en las empresas de insumos con herbicidas distintos del glifosato. El año pasado, mientras el glifosato movió un negocio de US$ 860,3 millones, herbicidas diferentes del glifosato aportaron ventas por US$ 898,3 millones.

Los productores han pasado de costos de malezas de US$ 20 por hectárea a entre US$ 60 y US$ 120 por la mayor problemática en malezas. "Este problema le agrega un costo al productor, pero es la consecuencia de malas prácticas de muchos años por el monocultivo de soja y el uso de una sola molécula (glifosato)", expresó Felipe MacLoughlin, director de América latina de la firma UPL.

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La soja, el maíz, los lácteos son otros de los productos que bajaron su valor. Foto: AFP

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