El presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Ricardo Reilly Arrarte aseguró que "el mundo continuará demandando proteínas y alimentos en general" y planteó como uno de los mayores desafíos "el fortalecer la integración público-privada", así como la "sostenibilidad de los procesos productivos desde el punto de vista económico, social y ambiental".

En ese sentido, en el futuro aparece la necesidad de extremar el trabajo conjunto buscando bajar la carga arancelaria que tienen los productos uruguayos exportados. Según Economía, en 2013 se pagaron US$ 600 millones por concepto de aranceles por ingreso a los mercados. Otro dato que marca ese problema es un estudio técnico de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), donde se marca que en ese mismo año, las carnes uruguayas pagaron US$ 223 millones de aranceles, valor que representa el 17% de las exportaciones cárnicas totales.

Uruguay, por sus formas de producción, está en una situación inmejorable para producir una mayor cantidad de alimentos. Por eso, Reilly consideró que "será necesario mantener los equilibrios a nivel país, en donde la eficiencia en la gestión del Estado pasará a ser determinante, para no trasladar deficiencias al sector privado, y no perder en competitividad frente a otros productores".

En el marco de la conferencia inaugural de la Expo Melilla 2015, organizada por El País y Radio Carve, remarcó la fuerte expansión del agronegocio uruguayo. "Las exportaciones de productos de origen agropecuario pasaron de explicar el 60% del total exportaciones de bienes en el 2000, a explicar en 2014 casi el 80%". Eso fue posible porque la productividad de los factores del agro "creció al 30% en diez años, mientras que la productividad total de los factores del país creció a algo menos del 19%", dijo.

Reilly reconoció el esfuerzo que hacen los productores en su rol de empresarios, porque "todo ese crecimiento se logra gracias a una gran apuesta, en la que el productor jugó un rol protagónico, pasando por una formidable reconversión, con un proceso de inversión e innovación sin precedentes. A mi me gusta hablar de productor nacional más allá de la relevancia que tiene para un país como Uruguay la inversión extranjera como fuente de generación de riqueza y de trabajo". Remarcó el esfuerzo del productor porque fue "históricamente cuestionado en su voluntad de incrementar la productividad" y "ahora demostró que cuando tiene señales claras de su entorno responde en consecuencia y los resultados están a la vista".

Valiéndose de varios estudios remarcó la importancia del sector agropecuario en la economía del país y en ese sentido recordó que: "cada dólar producido se multiplica por seis".

Pero más allá del factor multiplicador de divisas, también se ve al sector como un fuerte generador de empleo. Manejando datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa/MGAP), Reilly recordó que en 2014 el sector agropecuario generó de forma directa más de 245.000 puestos de trabajo, incluyéndose la actividad agroindustrial. En ese dato, no está incluido el comercio minorista, ni el transporte.

"Por más que sabemos que existe un desafío importante en cuanto a capacitación, sobresale la sustantiva reducción de los trabajadores rurales que se ubican por debajo de la línea de pobreza. En 2006 se estimada que un 25% estaba por debajo d ela línea de pobreza y en 2013 cayó al 7%, lo que demuestra nuevamente que cuando al campo le va bien, al país y a los uruguayos les va mejor". El agro explica el 80% de las exprotaciones totales.

En el marco de las preguntas, Reilly mostró su preocupación por precios del ganado que no ayudan al productor.

"A estos precios de la hacienda al productor se le hace difícil invertir, seguir produciendo. No es un tema de ánimo, sino de dinero" y a eso hay que sumarle que "el clima no ayuda a la posición negociadora del productor. Desde ARU hemos sido defensores del libre mercado, lo soy en particular, también de la libre exportación de ganado en pie como válvula de escape con un stock histórico".

En 2013 se pagaron US$ 600 millones de tarifas aduaneras