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Mesurado optimismo ante gestiones oficiales en Japón

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Desosado: se entrará a Japón con cortes sin hueso y madurado; antes las ventajas eran mayores.
Frigorífico Carrasco, foto Guimaraens, Archivo El País, nd 20080215
Archivo El País

El gobierno uruguayo buscará concretar un acuerdo comercial para exportar carne vacuna in natura, madurada y desosada al mercado nipón en la gira por Japón que hará el presidente Tabaré Vázquez la semana que viene. Así lo adelantó ayer el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa.

El canciller indicó que se está cerca de concretar el ingreso de carne vacuna desosada y madurada al mercado japonés, uno de los "más exigentes del mundo", y estimó que en "pocos meses" puede cerrarse el acuerdo, por lo que consideró como "un gran impulso" la presencia de Vázquez en el país asiático para lograr ese objetivo. Hoy Uruguay está habilitado para exportar carne vacuna cocida y productos termo procesados al mercado nipón, pero casi no hay negocios.

Previo a la última epidemia de fiebre aftosa que sacudió la ganadería uruguaya en 2001, los frigoríficos uruguayos colocaban algunos cortes y productos con hueso en Japón, aprovechando el status de libre de fiebre aftosa sin vacunación.

Hoy las reglas de juego son otras: Uruguay es libre de fiebre aftosa con vacunación y eso implica poder ingresar al mercado con otros cortes, madurados y sin hueso que cambian la ecuación del negocio. De todos modos, lograr el ingreso implica un reconocimiento muy importante para las carnes uruguayas.

La industria frigorífica no tiene claro el impacto económico que podría causar el ingreso de carne bovina desosada y madurada en Japón, porque una vez habilitado el ingreso, habrá que sondear productos y precios.

Sin embargo, el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) y director de Frigorífico Las Piedras, Alberto González, reconoció ayer en diálogo con El País que la apertura tendrá "un impacto muy grande porque es el último reconocimiento que le quedaría a las carnes uruguayas en el mercado internacional".

La misma expectativa se creó previo a la apertura de Corea del Sur para la carne vacuna desosada y madurada, fue un gran logro, pero económicamente no hubo impacto porque se hacen muy pocos negocios, ya que Australia y Nueva Zelanda — fuertes exportadores a ese mercado— tienen ventajas arancelarias y costos más bajos porque están más cercanos a los importadores.

Por su parte, el director de Solís Meat, Jorge González, también se mostró cauteloso en torno a la posible apertura para el ingreso de las carnes vacunas uruguayas in natura al mercado japonés.

"Sabemos que Japón es cliente de un producto, a veces diferente, porque requiere un grado de marmoreo (grasa intramuscular en la carne) diferente al del vacuno tradicional que produce Uruguay", explicó.

También reconoció que es un cambio grande respecto a la habilitación que había previo a 2001, porque el producto diferencial, que son cortes con hueso, no va a estar habilitado en esta etapa y por lo tanto, "el mercado será diferente".

El director de Solís Meat reconoció que el impacto de la apertura de Japón también dependerá de las condiciones arancelarias con que se pueda entrar. "Las condiciones arancelarias, seguramente al principio no serán buenas, pero habrá que plantearse un plan de trabajo para lograr condiciones más competitivas". Uruguay paga US$ 660 millones de aranceles al año por los productos que exporta, según Cancillería.

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