Con el tránsito de materias primas obstruido parcialmente en Brasil, la soja se volvió a negociar en alza el viernes en la Bolsa de Chicago y completó así la cuarta semana consecutiva con saldo positivo para sus cotizaciones.
En esta ocasión, el conflicto protagonizado por los transportistas brasileños fue el fundamento excluyente de la tendencia alcista.
Al cierre de las operaciones en la plaza estadounidense, las pizarras mostraron subas de US$ 2,48 y de US$ 1,93 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes fueron de US$ 378,74 y de US$ 379,11 por tonelada.
En el balance semanal, estas posiciones aumentaron un 3,15% y un 2,94%.
La persistencia de cortes de ruta en varios puntos de los estados de Mato Grosso y de Paraná, los dos principales productores de soja de Brasil, sigue influyendo sobre el rumbo de los precios de la oleaginosa en Chicago.
Ocurre que los bloqueos no sólo están demorando la llegada del grano recién cosechado a los puertos —fundamentalmente a Paranaguá—, sino que también pone en riesgo el suministro de combustible necesario para que las cosechadoras puedan seguir funcionando.
Para los fondos de inversión especuladores que dominan el mercado estadounidense de las materias primas, la situación que se vive en Brasil abre una chance cierta para que los compradores que no reciban el grano brasileño recurran a la soja estadounidense.
Mientras, en Uruguay "se precisa agua ya, porque estamos en un período crítico, principalmente a nivel de las sojas de primera", dijo días atrás a El País el ingeniero agrónomo Marcos Carrera, técnico de Monsanto.
Si efectivamente se cosechan unos 1,4 millones de hectáreas, con rendimientos similares a los del año pasado —rondando los 2.600 kilos por hectárea— nuevamente se estará ante una cosecha récord en esta zafra.
Debido a la caída en los precios de la soja en 2014, para esta cosecha, la mayor parte de los productores prefieren esperar y no concretar ventas anticipadas como en la zafra 2014.
Los agricultores están frente a un año donde se hace necesario ajustar los números y contar con un buen rendimiento para que, de alguna forma, equilibrar los números y así reacomodar el financiamiento de aquí en adelante.
Carrera sostuvo que para equilibrar los números, "el rendimiento debería estar por encima de los del año pasado. El número mágico, es el de 3.000 kilos por hectárea" pero "es difícil llegar a ese volumen", sostuvo Carrera.
Mientras Uruguay se prepara para cosecha récord de oleaginosa