Mercado laboral

En un mercado laboral que atraviesa mutaciones cada vez más aceleradas, por factores como el cambio climático, los cambios sociodemográficos y los tecnológicos, cabe preguntarse si gobiernos como el de Uruguay cuentan con las herramientas y datos para promover políticas que colaboren con la inserción y reconversión laboral.

“Hace un tiempo atrás, tratamos de entender el impacto de los cambios tecnológicos en el mercado laboral y nos dimos cuenta que la solución para reducir los impactos adversos del cambio tecnológico, era la reconversión de la fuerza de trabajo. Adoptar nuevas habilidades que le permitan al trabajador desarrollar tareas que no son automatizables”, sostuvo Ignacio Apella, economista para Protección Social del Banco Mundial (BM), semanas atrás.

Conforme a esto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), junto con el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), comenzó en 2017 a desarrollar una base de datos sobre las ocupaciones existentes en el país y sus características. A su vez, cuenta con el portal MiTrabajoFuturo, la cual busca proveer “herramientas e información para ayudar a personas de todas las edades a tomar decisiones sobre su ocupación, carrera y educación en el mercado laboral de nuestro país”.

Este proyecto, llamado ONET Uruguay, pasó a ser “política de Estado y no de gobierno”, ya que continúa en la actualidad, señaló Apella.

Esta base de datos, fue desarrollada originalmente en Estados Unidos, “en la década de los 90, para sustituir un libro que se publicaba anualmente, llamado Diccionario de Ocupación, desde 1978. Nace de la necesidad de la Segunda Revolución Industrial, por el surgimiento de lo que se llamaba ‘ocupaciones de cuello azul’ u obreros. Con este diccionario, se actualizaban las ocupaciones existentes en el mercado, qué se requiere, qué habilidades y competencias tienen esas ocupaciones”, dijo a El País la directora de la Unidad de Estadística del MTSS, Carolina Da Silva.

ONET, “es una gran base de datos que tiene las ocupaciones del país y un montón de sus características. Por ejemplo, la importancia de conocer matemáticas, comprensión de texto, movimientos de firmeza en la muñeca. Tiene millones de variables. Uno de los objetivos es proveer información al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), UTU, a las propias familias, para dar señales sobre cuales son las habilidades relevantes en las ocupaciones en el mercado laboral uruguayo. No es fácil reconvertir a un trabajador. Esa información es muy pertinente, porque le permite al hacedor de políticas públicas, de forma continua, establecer los lineamientos de los cursos que uno pueda ir tomando para adquirir habilidades”, afirmó Apella.

Según Da Silva, en Uruguay se desarrollan cerca de 240 ocupaciones, de las cuales se han relevado 22 hasta el momento.

Dentro de las ocupaciones relevadas, las cuales representan el 40% de los asalariados privados del país, se encuentran diseñador gráfico, contador, oficinista, cocinero, cajero, carnicero y operario agrícola.

El primer relevamiento, el cual se denomina “ola”, se llevó a cabo entre diciembre de 2019 y marzo 2020, donde se indagó sobre los bloques de indicadores “Habilidades, conocimientos, estilos de trabajo, actividades generales, contextos de trabajo y destrezas”, requeridas para cada ocupación.

Dentro de los análisis preliminares de la primera ola, se han trabajado comparaciones entre las ocupaciones relevadas en Uruguay, como también la comparación de estas con respecto a sus equivalentes en Estados Unidos.

Según el artículo realizado por Miguel Velardez, consultor de la Cepal, “Análisis de distancias ocupacionales y familias de ocupaciones en el Uruguay”, el modelo ONET tiene la ventaja de poder detectar los procesos en donde una ocupación podría estar “evolucionando hacia dos o más ocupaciones distintas, como fue el caso de la ocupación ‘operador de computadora’,(...) que derivó en community manager, desarrollador/a de software, diseñador/a gráfico o científico/a de datos”.

A su vez, agrega que “en Uruguay, podría esperarse un aumento de la dispersión de respuestas en los “guardias de seguridad” en donde algunos desempeñarán sus tareas de manera remota al tiempo que se adoptan tecnologías para el trabajo de vigilancia a distancia”.

Por otra parte, se realizaron agrupamientos o clustering de ocupaciones, las cuales se determinan a través de conjuntos de similitudes en los bloques relevados.

Dentro de los resultados obtenidos, se observó que las ocupaciones “oficinista”, “representante comercial”, “contador” y “diseñador gráfico” forman parte del mismo grupo en todos los bloques analizados.

“El análisis de los bloques en los que las ocupaciones forman parte de un mismo grupo pone en evidencia las características en las cuales las ocupaciones tienen mayor similitud o cercanía. Si dos ocupaciones comparten grupo en el bloque de ‘contextos de trabajo’ pero no en el de ‘habilidades’, se puede inferir que dichas ocupaciones comparten ciertos contextos de trabajo similares pero realizan tareas que requieren habilidades diferentes”, dice el artículo.

“Esperamos que sea un insumo que se tome realmente en cuenta a la hora de definir incentivos, no solo a nivel personal, que un joven pueda entrar y lo ayude en la toma de su decisión por una carrera, sino también a nivel público. El portal, tiene una contracara que se está desarrollando en paralelo, que es un sistema de información, con sistemas específicos para la toma de decisiones”, afirmó Da Silva.

A su vez, sostuvo que se plantean una “serie de mejoras” al portal público, como “la posibilidad de hacer su propio currículum. Que pueda incorporar cosas que uno no piensa que tendrían que estar en un currículum, sobre todo aquellas habilidades adquiridas que no tienen una certificación”.

“Eso es una herramienta a futuro que nos va a nutrir a nosotros también. Hasta ahora el portal no tiene retroalimentación. La idea es que a futuro, con la correspondiente autorización, podamos nutrirnos de su información. Ahí, podemos caracterizar si una ocupación le interesa más a los jóvenes o a las mujeres. Saber si están donde les interesa o donde el mercado tenía la única oportunidad para ellos. ¿Qué les falta para estar donde les interesa? Probablemente, capacitaciones y habilidades. Ahí está como el proyecto puede ayudar para que las instituciones educativas puedan acortar esa brecha y todos los uruguayos puedan desarrollarse en aquellas que les gustaría”, concluyó Da Silva.