MARÍTIMAS

Nos entusiasma el transporte ferroviario que sin duda alguna cuando llega a los puertos, no solo enriquece su plantilla con los servicios portuarios sino que en muchos casos hace viable industrias de exportación en el marco de una logística razonable y a costos competitivos.

Nuestro puerto como proyecto nació en 1898 ya con vías férreas, al entender nuestros patricios proyectistas que al puerto debía llegar el ferrocarril.

Esta visión de futuro permitió que años más tarde el Frigorífico Anglo de Santa Ana en Brasil, despachara usando este medio de transporte sus carnes de exportación por Montevideo e incluso que construyera en el muelle 10 depósitos frigoríficos.

Hoy felizmente nuestra vía férrea llega hasta la Terminal TCP y hará viable la implantación de la segunda planta de UPM en el centro del país.

Sin duda, a la terminal granelera en el puerto de Montevideo se le abrirán otros horizontes con el ferrocarril. La foto que publicamos hoy tiene por objeto remarcar la futura presencia de la renovada vía férrea que UPM extenderá hasta su terminal, ingresando a un sector techado de su depósito, cual largo túnel, donde la celulosa podrá ser descargada en cualquier condición climática y permitir el regreso inmediato del tren, arrastrando vagones con insumos para la planta y así reiniciar el ciclo de transporte.

Se observa en la parte inferior un sector ya parcialmente cubierto que corresponde a la playa de maniobras del ferrocarril y a la derecha la terminal de Obrinel con la dársena en donde ambas terminales construirán sus muros de atraque, en donde antes estuvo instalado el dique flotante de Tsakos.