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¿Cuánto costaría neutralizar el aumento de la pobreza en Uruguay derivado de la pandemia del coronavirus?

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Tanto medido en personas como en hogares, Montevideo es donde hay más pobreza. Foto: AFP

ESTUDIO

Un estudio del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, estimó cuál será el aumento de la pobreza en Uruguay debido a las medidas para frenar al coronavirus.

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La llegada de la pandemia del coronavirus a nivel mundial y también en Uruguay provoca una de las contracciones económicas más profundas de los últimos años, según han señalado en los últimos meses diversos organismos internacionales.

Sobre la consecuencia del coronavirus en los niveles de pobreza a nivel nacional, un estudio del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (Iecon-FCEA), simuló en mayo el efecto de corto plazo de la crisis en la tasa de pobreza. El trabajo fue actualizado en junio (con más datos) y concluyó que en abril (el primer mes completo de reducción de actividades) la pobreza alcanzó el 11,7% de la población, lo que implica un aumento de más del 36% con respecto a los niveles previos a la pandemia.

La investigación del Iecon, encabezada por los economistas Matías Brum y Mauricio De Rosa, se planteó interrogantes como ¿cuánta gente ha caído por debajo del umbral de pobreza en Uruguay desde que comenzó la pandemia? ¿Qué efecto tienen las medidas implementadas por el gobierno en cuanto a neutralizar los efectos negativos? ¿Cuántos recursos adicionales se necesitan para mantener la tasa de pobreza en los niveles anteriores a la crisis?

El estudio realizado en base a datos de encuestas de hogares, transferencias monetarias, solicitudes de seguro de desempleo, así como estimaciones macroeconómicas de la probable contracción del Producto Interno Bruto (PIB), concluyó que “la pobreza aumenta muy rápidamente” y que si se toma un escenario de caída del 3,5% del PIB, la tasa de pobreza aumenta en 3,2 puntos porcentuales y se ubica entre 11,4% (con las medidas que tomó el gobierno) y 12,5% (sin esas medidas) de la población.

“Esto representa entre 110.037 y 136.280 individuos adicionales debajo de la línea de pobreza”, señaló el estudio, lo que significa un aumento de alrededor del 36,7% con respecto a los niveles previos a la pandemia por el COVID-19.

Los autores del estudio microsimularon “el efecto de corto plazo de la crisis en la tasa de pobreza para el caso uruguayo en base a datos de encuestas de hogares, información disponible sobre transferencias monetarias y el incremento en las solicitudes de seguro de desempleo, así como estimaciones macro-económicas de la probable contracción del PIB".

Asimismo, la investigación reflejó que por cada 0,1 punto porcentual adicional de contracción del PIB, la tasa de pobreza se incrementa aproximadamente en 0,21 puntos porcentuales.

Foto: Fernando Ponzetto
Cada 0,1 punto en que cae el PIB en Uruguay, la pobreza aumenta en 0,21 puntos porcentuales. Foto: Fernando Ponzetto

El segundo hallazgo refiere a las nuevas transferencias de efectivo implementadas por el gobierno debido a la pandemia, las cuales señalan que si bien moderan “ligeramente” el aumento de la pobreza, “son insuficientes para neutralizarla”.

Para llegar a esta conclusión, el estudio se centró en el análisis de las tres nuevas medidas principales desplegadas por el gobierno: un aumento del 50% en las transferencias de efectivo al programa Tarjeta Uruguay Social (TUS) para hogares altamente vulnerables, un aumento del 50% en efectivo a las transferencias de niños de mayor alcance (Asignación Familiar Plan de Equidad), y la distribución a trabajadores informales no cubiertos por otros programas, de una canasta de alimentos por un valor de $ 1.200 por vez por dos meses.

Según indicó el estudio, estas medidas implican una transferencia adicional, en promedio, de $ 1.622 por hogar, lo que serían unos $ 400 por persona aproximadamente. “Esto representa aproximadamente el 4% de los ingresos de los hogares beneficiarios”, por lo que, estiman que las tres políticas mencionadas “mitigan el aumento de la pobreza en alrededor del 20%”.

Para mantener la tasa de pobreza en los niveles del año pasado, el estudio concluyó que se requieren transferencias adicionales de aproximadamente US$ 22,6 millones por mes, lo que representaría un costo anual de alrededor del 0,44% del PIB de Uruguay del 2019.

“El aumento de la pobreza es en gran medida evitable”, señaló el estudio y explicó que aunque a mediano y largo plazo los efectos de la pandemia sobre la pobreza, desigualdad, bienestar y desarrollo “son aún inciertos y requerirán una amplia gama de políticas públicas”, el aumento de la pobreza a corto plazo podría ser neutralizado “a través de modestas transferencias de efectivo adicionales”.

DATO

Con menos de US$ 10 millones al mes, se cortaría a la mitad el aumento de la pobreza por el COVID-19

“Aunque comprendemos las limitaciones de este ejercicio, estas estimaciones son útiles ya que muestran que es posible reducir en gran medida los efectos de la pandemia en la pobreza. De hecho, nuestras estimaciones indican cantidades no prohibitivas de recursos, que son alcanzables por la política pública, incluso en el caso de un país en desarrollo con presupuesto limitado como Uruguay”, afirmaron Brum y De Rosa.

Indicaron que duplicar en forma completa las transferencias de la TUS y de la Asignación Familiar Plan de Equidad, tendría un costo menor a US$ 10 millones al mes y cortaría el incremento de la pobreza a la mitad: 10,4% de la población en vez de 11,7%.

Si bien el trabajo estima la tasa de pobreza en Uruguay en diferentes escenarios para abril, señala que los resultados encontrados “son relevantes y útiles” para poder comprender y anticipar lo que podría suceder en los próximos meses.

Por último, la investigación del Iecon advierte que las proyecciones toman como base un escenario de “entrada y salida de medidas de distanciamiento social y físico similar a una estrategia de encendido-apagado”, y que por lo tanto, los resultados encontrados contribuyen con estimaciones de pobreza en una situación de “apagado”.

Es por esto que el estudio señala que la “reciente relajación” de las medidas de distanciamiento físico y social que se está viendo en Uruguay “es probable” que tenga un efecto positivo en la actividad económica, y por ende, en la pobreza. No obstante, afirmaron que el 2020 “será un año de recesión y actividad económica reducida, con un efecto negativo” y un impacto en los niveles de pobreza.

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