FINANZAS DE BOLSILLO

Cada vez falta menos para el verano. Ya sea para ir con amigos o con la familia, alquilar una casa o apartamento es una de las opciones para tomarse vacaciones en la temporada turística. Ahora, ¿cuáles son los cuidados que se deben tener?

1. Visitar la propiedad. A la hora de buscar una vivienda se puede recorrer portales en internet o contactar una inmobiliaria. Lo que suelen estar disponible online son fotos e información. Ricardo Pereyra, dueño de Más Propiedades, recomendó a quienes eligen alquilar de manera directa con el dueño “ver la casa (de manera presencial) para verificar que existe”. El objetivo es evitar ser víctima de una estafa. El empresario rochense contó que hubo casos donde los interesados ven imágenes de un inmueble, hacen el pago y después se enteran de que la vivienda no es real.

También puede suceder que la persona no tenga la posibilidad de visitar la casa. Frente a ese escenario hay que buscar “tener cierto grado de conocimiento de que existe y que el propietario es quien dice ser”. Además, advirtió que por la pandemia “pueden haber más avivados”.

Por otra parte, Juan Irala y Hernández, agente inmobiliario de Re/Max, destacó el uso de la tecnología en el sector inmobiliario. Herramientas como los videos o recorridos en tercera dimensión “permiten visitar un inmueble sin estar presente en el lugar”.

Antes, “el famoso 12 de octubre era cuando venían los argentinos a ver las propiedades y alquilar. Sin embargo, ahora se convirtió en el día que vienen los propietarios a ponerlas en condiciones” para colocarlas en el mercado, ejemplificó.

2. Un acuerdo claro. Los contratos temporales por alquiler no son todos iguales. Algunos propietarios ofrecen que el consumo de luz y agua estén incluido en el precio por noche. Sin embargo, otros prefieren que se cobre por fuera una vez que se acaba el tiempo de arrendamiento. Por lo tanto, “es conveniente tener todo claro” previo a que se firme el contrato para la seguridad del propietario y el inquilino, comentó Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado. De esa manera se evitan disgustos y sorpresas.

Pereyra señaló que “lo ideal” es tener “algo por escrito”. Sin embargo, aclaró que “no tiene que ser algo extremadamente formal”. Si el contrato se realiza de manera directa con el dueño de la propiedad, recomendó que estén los datos de esa persona, fotocopia de la cédula, la fecha en la que se hará uso de la misma y en qué condiciones se entrega, y los montos que se acordaron en calidad de seña y alquiler.

Además, opinó que “es conveniente” que ambas partes tengan una copia de la documentación.

3. Garantía e inventario. Algunos propietarios e inmobiliarias solicitan que se abone una garantía por si hay roturas, robos, entre otras cosas. Pereyra recomendó no pagarla. Lo que debería pasar es que “el propietario o quien corresponda se haga presente” cuando termina el periodo de alquiler y “cobre los consumos que corresponde y lo que se haya roto”, expresó.

En cambio, Nana Lavagna, dueña de una inmobiliaria en Maldonado que lleva su nombre, contó que la garantía es el 20% del monto total del alquiler. La misma tiene que ser devuelta en un periodo máximo de 30 días.

Un capítulo aparte es el inventario. ¿De qué se trata? Es un listado con todos los elementos que hay en el inmueble. Sirve para la seguridad del que alquila porque luego no se le puede reclamar que faltan cosas.

Irala y Hernández opinó que es “conveniente que se realice” el inventario. Cuando la persona llega a la vivienda se debe fijar que el listado que brinda el propietario “refleje lo que recibe”. O sea, que haya una concordancia entre el papel y la realidad. Si el inquilino encuentra que algunos puntos no están claros, puede “tomar fotos a las cosas que vea que, por ejemplo, tienen detalles”. Luego, le envía un mail a quien corresponda para aclarar que se recibió la casa en determinado estado.

4. Expectativa vs. realidad. ¿Qué pasa si la persona llega a la vivienda y no es lo que esperaba? Irala y Hernández diferenció dos situaciones. Una es que la persona esté ante una estafa. Básicamente, cuando la realidad no se ajusta a lo que se prometió. “Te muestran un palacio y después te encontrás con un rancho”. En esos casos se puede hacer el reclamo.

Sin embargo, señaló que “no debería ocurrir” una situación así por la disponibilidad de tecnologías que hay. El interesado le puede pedir a la inmobiliaria o al propietario que le realice un recorrido online “todas las veces que sean necesarias”.

El otro escenario es cuando la persona decide “que no le gustó” la vivienda. Ahí se “está perjudicando al propietario porque no va a tener forma de alquilar esa casa de manera rápida”.

¿A dónde viajar en la licencia este verano?

Antes de alquilar, se tiene que decidir dónde se va a vacacionar. Pereyra opinó que el destino “depende de la familia” y de sus “necesidades”. A su vez, consideró que “cada lugar tiene sus características distintivas” y las personas ya conocen el país. Por ejemplo, si tienen que estar cerca de Montevideo optarán por Atlántida o Piriápolis, pero si quieren veraneo con compras van a “una zona más cercana a la frontera”

A la hora de alquilar, la persona debe acudir a una inmobiliaria que “esté establecida y registrada en el Ministerio de Turismo”, comentó Javier Sena. Las mismas ofrecen “garantías”.

En la misma línea, Nana Lavagna, que realiza su actividad en Maldonado, consideró que en el contexto actual de pandemia, donde tal vez se dificulta visitar las propiedades antes de alquilarlas, es importante “elegir bien” la inmobiliaria.